Morante_capote_Valencia14Carlos Crivell.- Se ha podido leer y escuchar de todo sobre el mitin que ayer dio Morante en Madrid. Fue la clásica tarde que estos espadas tienen cuando no lo ven claro. Su lote no fue para torear como los ángeles. El escándalo se acrecentó con la forma de tirarse a matar. Nada nuevo bajo el sol. Es el mismo torero que ha inspirado páginas maravillosas sobre su arte torero. Y en cuanto vuelva a cuajar una tarde redonda lo de Madrid será historia.

Sin embargo, como aportación de quien lo conoce bien, tengo la impresión de que José Antonio Morante no está fino este año, parece que no está suelto de muñecas y que le atenaza la responsabilidad de tener que llenar en 30 tardes y estar bien siempre para no defraudar. O quien sabe si esta aparente falta de forma se debe a otros motivos físicos o psíquicos, pero la realidad es que Morante ofrece una imagen diferente a la del año pasado. A pesar de ello, el privilegio de estos artistas es que en una faena ponen a todos de acuerdo. Con el añadido de que esa faena da igual donde la hagan, ya que aunque sea en una plaza menor nadie torea al toro chico como lo hace el de La Puebla. Es un privilegio de unos pocos. Morante es uno de esos privilegiados.