Luis Carlos Peris.– Se ha muerto como del rayo, pero bien que hubiese firmado José Luis García Palacios irse de esa manera, mandándole al público su mensaje. No importaba el mensaje, si taurino, de Semana Santa, de la Cabalgata o un resumen económico cualquiera. José Luis, un hombre cabal, se venía arriba ante el micrófono y daba igual qué temática se trataba que siempre remató con su amor a España. Huelvano sevillanizado, aunque jamás renunciase a dormir en su casa onubense, tenía vocación de mecenas y patrocinaba las iniciativas más diversas. Orgulloso de su parecido con Pepe Luis Vázquez no dudó un momento en financiar el monumento que hace que el Rubio de San Bernardo siempre esté en el Paseo de Colón. La última vez que departimos fue el jueves con ocasión de develar el cartel de la Cabalgata y se ha ido ante un micrófono, quizás como él hubiera firmado. DEP.

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