Espartinas: El futuro del toreo sevillano aprueba por los pelos

Plaza de toros de Espartinas (Sevilla). Festival sin caballos a beneficio de la bolsa de Caridad de la Hermandad del Rocío de Triana. Más de media plaza en mañana nublada. El banderillero José Luis Viejo resultó lesionado con fractura de tibia.

Novillos de Julio de la Puerta, Luis Algarra, Ignacio González, La Quinta, Toros de la Plata y Juan Pedro Domecq.

Alfonso Cadaval: dos orejas.

Pablo Aguado: oreja tras aviso

Rafa Serna: dos orejas.

Carlos Corradini: dos orejas.

Matías Bores: una oreja.

Carlos Llandés: dos orejas y rabo.

Salieron a hombros Alfonso Cadaval, Rafael Serna, Carlos Corradini y Carlos Llandrés.

La mañana estaba nublada pero respetó este simpático festival de la Hermandad del Rocío de Triana. Había gente joven, lo que siempre se agradece. Había también gente que no respeta la lidia y que de forma continuada se movía por los tendidos con gran algarabía.

Se diría que el festival era un examen al futuro del toreo sevillano. El cronista salió defraudado de la plaza espartinera. El futuro tenía mejor color que el que se comprobó en este festival. Y ahora el color es más oscuro. Me parece que algunos se han pasado en los elogios de quienes están en sus primeros pasos y estos jóvenes se creen ya medio figuras. Mucho cuidado porque es una profesión muy dura y de largo recorrido. Algunos pueden dormirse entre halagos y ello es peligroso, como la historia del toreo y el presente nos demuestra con otros jóvenes toreros.

Era la primera vez que asistía a una actuación de Alfonso Cadaval. Ha aprendido el oficio, Se mostró algo acelerado y lo mejor fueron dos tandas con la derecha. Se llevó un revolcón al matar y quedó todo en un susto. El eral de Julio de la Puerta fue muy bueno.

Pablo Aguado dejó el preciosismo de su toreo para enseñar un diestro que es capaz de dar infinidad de pases con variedad en cuanto a la calidad. No me parece que haya progresado mucho desde sus triunfos sevillanos. Alargó la faena ante el buen novillo de Algarra y no estuvo acertado con la espada. Su labor abrió un compás de espera.

Rafael Serna toreó a otro buen novillo de González Sánchez Dalp. En una labor desigual, algunos naturales tuvieron sello de calidad, aunque toreó con muchas prisas. Mató de una excelente estocada.

Carlos Corradini toreó con gusto al de La Quinta. Cogió las banderillas, pero si lo acepta es mejor que las deje en el futuro. El novillo tenía bondad aunque no humilló. Corradini ligó algunas tandas de mucha calidad. Este novillero parece que ha progresado.

El aficionado práctico Matías Bores fue un dechado de ganas y de escasa experiencia. Estuvo afanoso y se llevó algunos sustos.

El triunfador fue Carlos Llandrés, que toreó con temple y muy gusto a un eral flojo de juan Pedro. Las tandas con la zurda, muy lentas, subieron en tono del festival cuando ya eran cerca de las tres de la tarde. En tarde de trofeos que no tiene gran importancia, este Llandrés se llevó un rabo.

En conjunto, un festival amable, novilleros que no dieron el tono que se podía esperara, sobre todo si se tiene en cuanta que el ganado fue bueno en general. Y esa nota del joven Llandrés que fue la sorpresa de la mañana.