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Los hermanos Javier y Borja Jiménez, a hombros (Foto: Álvaro Pastor Torres)

ÁLVARO PASTOR TORRES.- Gran ambiente, muy buena entrada, ocho orejas y dos rabos para los hermanos Jiménez, indulto de un extraordinario utrero de Gerardo Ortega y vuelta al ruedo para un nobilísimo toro de Murube. Con estos ingredientes la tarde aljarafeña se saldó con nota alta.

Plaza de toros de Espartinas (Sevilla). Sábado 18 de octubre de 2014. Corrida de toros mixta. Casi tres cuartos de plaza en tarde espléndida. Actuó de sobresaliente Antonio Fernández Pineda. Al final del festejo Javier y Borja Jiménez salieron en hombros.

Tres toros. 1º de Albarreal, correcto de presencia, paradote y violento. 3º de Buenavista, bien presentado, soso, manejable y justo de raza, y 5º de Murube, con volumen, cómodo de cabeza y muy noble, premiado con la vuelta al ruedo. Y tres novillos, dos de Gerardo Ortega, 2º terciado y extraordinario, fue indultado, y 6º, serio, muy incierto y disperso, y uno de Murube, 3º, correcto de presencia, noble y repetidor.

Javier Jiménez, de blanco y oro: media arriba y estocada (silencio); pinchazo hondo y casi entera (dos orejas), y estocada tendida (dos orejas y rabo)

Borja Jiménez, de malva y oro: dos orejas y rabo simbólicos tras indulto; estocada (dos orejas), y tres pinchazos, media estocada y descabello (silencio)

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Novillo de Gerardo Ortega indultado (Foto: Álvaro Pastor Torres)

En casa, hermanos; en la plaza, rivales. Los hermanos Jiménez Avecilla, Javier y Borja, empataron en trofeos en el patio de su casa. Y hasta compartieron un quite en el cuarto astado. Tras el éxito de Borja en el segundo, con indulto incluido de un excepcional novillo de Gerardo Ortega, burraquito, muy en la línea de Guateles, su hermano Javier salió espoleado y logró su mayor cota artística ante un Murube que hizo quinto (hermano del utrero que había salido inmediatamente antes; de hermanos iba ayer la cosa), un animal muy noble y con gran fondo, ante el que anduvo tranquilo, con regusto y haciéndole las cosas como demandaba la calidad del toro. Javier, matador de reciente alternativa, se va consolidando en el escalafón superior. Poco pudo hacer con el que abrió plaza, aún así, nunca se desanimó, y le sacó todo lo que tenía al cornúpeta de Buenavista.

Borja se encontró de salida con Desertor, herrado con el número 34 y nacido en enero de 2011, de Gerardo Ortega, un dechado de nobleza que hacía el avión por ambos pitones desde los primeros compases de su lidia. Verdad es que apenas se picó, más mantuvo el ritmo en banderillas, tercio que protagonizó con acierto y exposición el propio novillero, y durante una largo trasteo en el que fueron paulatinamente apareciendo los pañuelos por los tendidos pidiendo el indulto. Borja, que había estado muy variado y templado con el capote, firmó una faena –brindada a Sebastián Castella- que principió con unos larguísimos redondos ejecutados de rodillas,  continuada por una sucesión de tandas por ambos pitones rubricadas con airosos remates, y concluida con una suerte suprema simulada con una banderilla vestida con los colores de Andalucía. Quedó claro que Borja Jiménez está ya preparado para empresas mayores y que sus triunfos en plazas de la categoría de Sevilla o Pamplona no fueron por casualidad.

El público, que respondió a los precios populares y a la buena campaña de promoción, salió contento, sobre todo una parte de la numerosa juventud que se dio cita en Espartinas y que confundió la plaza con la zona de botellona.

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