Foto: González Arjona
Luis Lorenzo Francisco.- Ni el tiempo lluvioso pudo con una feria, que cada año está más consolidada. Por ella han pasado desde escritores (Sánchez Dragó) a futbolistas (Joaquín). Miles de aficionados han engrandecido estos comienzos de temporada. Revuelo de periodistas, de peñas taurinas venidas de muchos puntos de España. Cuando una buena feria comienza, todos los buenos aficionados aparecen. Todo en mi tierra, la extremeña, que cada día se incrementa en buenos campos para las ganaderías y buenos toreros (Perera, Talavante, Garrido, Ferrera..)
La gran noticia fue la reaparición de este último: la del matador extremeño Antonio Ferrera, al que una mala lesión retiró de los ruedos hace cosa de dos años (torero aún en la retina del aficionado de Sevilla con un Victorino en la Feria de abril). Gestos de esta buena noticia, fueron los toros que, compañeros como El Juli, le brindaron (compartiendo la puerta grande, más tarde). Aún resuena la sentida ovación, que la plaza abarrotada y puesta en pié le tributó. Después de muchos meses se volvía a reencontrar con el toro de Garcigrande (para nada sencillos, aunque mejor que el lote de Talavante).
Faena que desarrollo el diestro con fuerza, bellas verónicas de adentro hacia fuera, circulares invertidos (repetidos por el Juli de forma espléndida varias veces en su faena), aunque a la hora de entrar a matar, esta no era la tarde para los tres diestros. Sería injusto acusarle, aunque comprensible, desde una crítica taurina positiva, los meses que ha estado sin torear. Mensaje ejemplar, el del torero extremeño, para muchos jóvenes que piensan en abandonar sus sueños y se erigen en abanderados del mínimo esfuerzo. En Ferrera el deseo de mejorar ha sido constante: “Nunca pensé en tirar la toalla”.
Pepe Cutiño, empresario del coso tendrá que seguir perfeccionando, agilizando y mejorando los buenos accesos a la plaza, so pena de tener que volver a escuchar, en otro comienzo de faena, las voces e insultos de abonados que no podían acceder a sus localidades. Éxito trabajado el de la feria oliventina, que se erige grande, como la Iglesia de esta misma localidad: Santa María del Castillo. Justo al terminar la corrida pude estrechar la mano del periodista de Canal Extremadura, Juan Bazaga (amigo íntimo de Antonio Ferrera), escuchando de su boca, una de las grandes noticias de este 4 de marzo de 2017: “Ferrera vuelve a sentirse torero”.
No puedo terminar, sin hacer mención a una imagen de la exposición que había del fotógrafo Cano. El diestro fotografiado aparecía fumando un puro en el callejón con la mirada fija en el albero. En la reseña de la foto se leía simplemente: “El”.
El mismo que habló tras el pregón de Olivenza, que tiene cuatro tardes en el abono de Sevilla: Morante. No podía faltar a la cita extremeña. Tampoco yo faltaré a tu cita con Sevilla. Buen inicio de temporada para todos los seguidores y de manera especial para los lectores de sevillatoro. Desde Olivenza, donde la ilusión entre aficionados portugueses y españoles es posible. Donde todo lo relacionado con el toro empieza con severidad y exactitud.
Nacido en Sevilla en el barrio del Arenal, en la calle Pastor y Landero, frente a la Maestranza. Aficionado a los toros desde su infancia gracias al ejemplo paterno, un viejo amante de la fiesta que vio torear a Guerrita. Abonado de la Real Maestranza desde pequeño. 