Luis Carlos Peris.– Cincuenta años se cumplen hoy de su alternativa y Gines, su pueblo, abre un tiempo de memoria a su persona, que quien no es bien nacido no es agradecido y Manolo Cortés llevó el nombre de ese oasis del Aljarafe por el mundo de Tauro. Dentro de diez días hará un año que nos dejó y si aquel domingo de sol y tristeza ya mostró Gines su cariño al hijo torero, ahora recuerda que tal día como hoy, pero de hace medio siglo, fue doctorado Manuel. Era en plenas Fallas y esa tarde iba flanqueado en el paseo por un padrino y un testigo excelsos. Junto a Antonio Ordóñez y Diego Puerta, casi nada al aparato, el agitanado orfebre ginense cumplía el sueño de su vida. Manolo, un hombre bueno y un torero de toreros, pudo haber sido mucho más de lo que fue, pero fue bastante y los que apenas peinamos algo no olvidaremos jamás su faena a un toro de Samuel en Sevilla.

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