En la corrida matinal, sólo Hermoso de Mendoza estuvo a buen nivel, mientras Cayetano y Talavante cortaron una oreja sin convencer a los aficionados.

Bohórquez y Torrealta / Hermoso de Mendoza, Alejandro Talavante y Cayetano

Dos toros para rejones de Fermín Bohórquez, nobles y rajados al final, y cuatro de Torrealta, el segundo lidiado como sobrero. Correctos de presencia, de poco juego en el tercio de varas y variados. Se dejaron segundo y tercero. El quinto, manejable por el derecho y el sexto, noblón y rajado. La corrida se vino abajo al final.

Hermoso de Mendoza: saludos y dos orejas.
Alejandro Talavante: una oreja y palmas.
Cayetano: una oreja y palmas.

Olivenza, 2 de marzo de 2008. Corrida matinal No hay billetes.

Carlos Crivell.- Olivenza

La expectación de la corrida mixta de la mañana de Olivenza se frenó porque ni Talavante ni Cayetano dieron la talla esperada. Ambos cortaron una oreja en sus primeros toros sin que sus faenas fueran merecedoras de semejante premio. El público amable y generoso que abarrotó la plaza se las regaló. A Talavante, por extremeño; a Cayetano, decían por el tendido que por guapo. Con estos comportamientos, el del público que pidió orejas y el presidente que las concedió, no se puede justificar que Olivenza sea plaza de segunda categoría.

El que rayó a su altura acostumbrada fue Hermoso de Mendoza. No anduvo muy acertado en el que abrió plaza, un toro al que le colocó tres rejones de castigo. Ni siquiera Chenel fue el caballo espectacular de otras ocasiones. La rajada final del toro acabó con cualquiera posibilidad de triunfo.

Con el cuarto cambió la decoración. El caballo que cimentó su labor fue Silveti, que estuvo inspirado en las carreras a dos pistas, los quiebros y las entradas y salidas de la cara del toro. En esta ocasión fue un toreo a caballo emotivo y propio del navarro, que remató de un rejón fulminante. Las dos orejas fueron pedidas con clamor.

Alejandro Talavante hizo dos faenas de corte similar. En ambos saludó de forma deslavazada con el capote. Sus trasteos fueron fríos y aburridos. Con la quietud que adorna su estilo, Talavante dejó retrasados los engaños, pero los pases no surgieron ni limpios ni profundos. Con el primero de su lote logró algo de interés en los circulares finales. El toro, simplemente noble pero sin chispa, tampoco fue un colaborador entregado. La oreja fue absurda.

Con el lidiado en cuarto lugar, más de lo mismo, aunque ahora el toro fue castigado en exceso en el caballo y la faena fue una suma de pases sin sentido. El remate fue una sucesión malos pinchazos. Talavante sigue espeso en los principios de esta temporada.

Cayetano también castigó sin medida al tercero en el tercio de varas. El comienzo de la faena, por la izquierda, fue prometedor, pero luego el toro avisó al diestro y acabó rajado cerca de la tablas. Al menos, Cayetano le puso voluntad para robar algunos muletazos muy despegados. Le dieron una oreja verbenera.

Con el sexto estuvo francamente mal. El toro, burraco con calidad media, podía haber permitido una faena más unitaria y sentida. De nuevo hubo dudas y distancia excesiva entre el toro y el torero. Cayetano tiene empaque, pero transmite poca seguridad delante del toro. Al final, todo acabó sin oficio ni beneficio.

En definitiva, que Hermoso cubrió su turno con solvencia, mientras que Talavante y Cayetano siguen sembrando muchas dudas en estos comienzos de la temporada.

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