La ganadería de Guardiola Fantoni lidiará dos novilladas en 2009 en Sevilla, una con picadores y otra sin caballos. El responsable de la ganadería, Jaime Guardiola, hace un repaso sobre la actualidad de sta divisa.
Según Jaime Guardiola, responsable de la ganadería que se lidia como Guardiola Fantoni, el año 2008 ha sido positivo para su ganadería, “porque se ha lidiado en buenas plazas y el ganado ha mantenido una cierta regularidad”. Su esperanza y su trabajo están encaminados a que “los toros de Guardiola de nuestro encaste Villamarta vuelvan a ocupar un lugar preferente en la temporada taurina”.
Jaime lleva la ganadería de Guardiola Fantoni, que tras la muerte de doña María Luisa Domínguez, época en la que había cuatro hierros en la familia, se hizo un reparto. El hierro de Salvador Guardiola Domínguez, de encaste Pedrajas se vendió a Ortega Cano y Rocío Jurado; Alfonso Guardiola se quedó con el de María Luisa Domínguez, también de Pedrajas; el Guardiola Domínguez fue vendido a Fidel San Román, y la familia se quedó con el que fue el hierro de Guardiola Fantoni, hierro que fue del padre de Jaime. Por su parte, Javier se llevó una parte con el llamado hierro de la lágrima.
Jaime Guardiola relata las plazas en las que se han lidiado reses de Guardiola en 2008. “Las corridas de toros fueron a Teruel, Morón de la Frontera, Belmonte de Cuenca y San Roque, así como dos toros de concurso en Arles y Ciudad Real. Luego, dos novilladas en Sevilla, una con picadores y otra de erales, así como algunas corridas de rejones”.
Para Jaime, “en estos momentos es necesario lidiar en plazas como Madrid, Sevilla o Pamplona para que una ganadería tenga resonancia. Estoy convencido que muchos toros que se han llevado a plazas de segunda hubieran hecho un buen papel en las más importantes, y en ese caso todo cambia”. La conclusión a la que llega Jaime es que “hay un factor condicionante que es la suerte, porque si sale un toro bueno en una plaza de primera, con la prensa que puede contarlo, en ese momento se podría hablar de que Guardiola resurge y vuelve al primer plano”. Al ganadero le queda una esperanza, “y es que salen toro muy buenos, y eso quiere decir que la sangre brava persiste y está, sólo hay que buscarla y encontrarla”.
Las mejores satisfacciones del año llegaron en las dos novilladas de Sevilla, “por lo mismo que decía antes. Salen novillos buenos, peo además está delante la prensa y es Sevilla, que es nuestra plaza”. A Jaime se le nota en la cara que hablar de Sevilla es algo muy especial. “Es cierto, porque somos los ganaderos que hemos lidiado más toros en Sevilla después de Miura, hasta el punto que la Maestranza es nuestra casa. Un triunfo en Sevilla es el de todos nosotros, algo completamente diferente a cualquier otra plaza”.
A Jaime le gustan las corridas concursos de ganaderías, “tal vez porque de siempre hemos vivido la tradición de ese tipo de corridas en nuestra casa y porque los toros buenos tenían mucha repercusión. Es algo que en tiempos de nuestro inolvidable hermano Juan ya nos inculcaba y la afición siempre recuerda toros como Pelón, el toro que fue indultado por Manzanares en Ronda”. Enlaza con al situación de encastes como “Pablo Romero, Nuñez y otros que tienen esa sangre brava y que hay que estar atentos porque no se ha perdido”.
Para nuestro ganadero cada tiempo exige un tipo de toro. “Es cierto que ahora la mayoría del ganado que se lidia es de Domecq, pero no siempre fue así, porque en los años cincuenta lo que mandaba era el toro de Núñez, pero no siempre del mismo tipo, porque el propio Carlos Núñez, que tenía reses de Rincón. Compró Villamarta. La razón es que eso de Villamarta era lo que embestía más y lo que pedían los toreros. Pues ahora se compra Domecq porque es que está en mejor momento y lo que piden las figuras. Son rachas que siempre han existido en la historia del toreo”. Y la confianza de Jaime es que “los ganaderos que saben lo que tienen tengan confianza y paciencia porque la bravura se mantiene y hay que saber encontrarla”. Pone como ejemplo a Santa Coloma, “donde tanto Martínez Conradi como Javier Buendía están consiguiendo mantener ese tipo de toros que no se pueden perder, además de lo que supone de variedad para la Fiesta”.
Llega a la conclusión del ejercicio de humildad y paciencia que deben tener quienes no crían reses del encaste dominante, “aunque insisto que un toro de Núñez o de Santa Coloma embistiendo de verdad está a la altura o es mejor que cualquier otro de una ganadería de moda”. Y recalca lo de la suerte, “que depende de la plaza, el día y de los toreros que se enfrenten a una corrida”.
Cuando habla de los toreros, “como todo el respeto que se merecen”, matiza algunos aspectos, “como que algunas figuras que cuajaban toros de ganaderías como la nuestra cuando aún no eran figuras. Si, ya en lo alto, las mataran, dirían que son especialistas en ganado de Guardiola. Hombre, entiendo que cuando un matador llega a la cumbre busque algo de mayor comodidad, pero se olvidan que en otros tiempos cuajaron toros que si ahora lo hicieran les darían triunfos muy fuertes”. Concluye este apartado de ka charla con una frase tajante: El toro y el torero deben tener la suerte de encontrarse en el momento justo – afirma Jaime – porque así se ayudarán mutuamente”.
La meta de la ganadería de Guardiola Fantoni “es mantener el ritmo creciente que tenemos desde hace unos años, no muy llamativo para la mayoría aunque sí para nosotros”. Abunda más entre sus aspiraciones: “La empresa de Sevilla nos tiene abiertas las puertas para volver a la Maestranza con una corrida de toros. En el momento que tenga la misma confianza en una corrida de toros que la ahora tengo cuando nos anunciamos en las novilladas, ahí estaremos y lo normal es que la cosas vuelvan a ser como siempre. Lo bueno de estas ganaderías con tanta historia es que la calidad se mantiene, aunque hay que saber buscarla”.
En la búsqueda permanente, y gracias a la genética, los rasgos del encaste Villamarta persisten y aparecen en las reses. Así, cuando sale un toro de Villamarta calcetero, girón o lucero, las posibilidades de que embistan son muy altas. “Es cierto y se vuelve a lo que vengo manteniendo. Si hay ese tipo de reses es porque antes han dado muy bien. Esa es nuestra búsqueda. La genética es muchas veces caprichosa y, al cabo del tiempo, vuelven a presentarse rasgos que parecían perdidos”.
EL SANTUARIO DE EL TORUÑO
La ganadería de Guardiola Fantoni sigue en El Toruño, considerado por los taurinos como un santuario de la bravura. Y es un lugar diferente al que Jaime Guardiola quiere mantener como siempre. “En mi casa todo lo relativo al manejo del ganado era un rito, que comenzaba en la forma de vestirse el ganadero, el mayoral y los vaqueros. Las cosas han cambiado, pero intento mantener algunas señas de lo que siempre fue una ganadería señera como la de Guardiola y procuro que el personal se vista como debe vestirse en el campo. Antiguamente se les regalaban a los hombres unos cortes de patén para que las mujeres les confeccionaran los trajes camperos”. La ganadería no está al completo en esta finca, “porque en El Toruño tenemos los toros de saca y las becerras. La mayor parte del ganado está en la finca de Almadén de la Plata en la Dehesa El Viar, lo mismo que m i hermano Alfonso las tiene en Los Caños en San José”.
JUAN GUARDIOLA EN EL RECUERDO
Juan Guardiola fue un ganadero que marcó de forma especial todo lo de Guardiola. Recuerda Jaime como su hermano acostumbraba a tentar los lunes, “sobre todo cuando Paco Ojeda estaba en su menor momento. Lo de los lunes quedó ya como algo típico de nuestra casa”. El recuerdo de Juanito Guardiola sigue vivo en El Toruño. Nadie que acuda a esta finca histórica puede dejar de tener un recuerdo para este buen ganadero.