Borja Domecq: “El toro bueno debe ser equilibrado”
La ganadería de Jandilla ha completado un año “satisfactorio”, en palabras del propietario de la divisa. Los toros de Jandilla se han lidiado en plazas de gran prestigio desde el comienzo en Castellón hasta finales de temporada, “manteniendo un nivel bastante aceptable”.
Borja Domecq hace un análisis sosegado de la temporada. Repasa las corridas lidiadas después de insistir en el “buen tono medio de los toros lidiados”. La primera cita importante fue “la de Castellón y fue una buena corrida de toros. Salieron buenos los seis, algo que no suele suceder todos los días. También fue buena la corrida de Valencia en la Fallas, donde embistieron cuatro toros, algo que es muy positivo en una plaza de primera”.
Se detiene Borja Domecq en la corrida de Sevilla. “El nivel de esos toros fue aceptable, pero sólo me dejaron satisfechos dos astados, especialmente el sexto, llamado Virtuoso, que fue un magnífico astado desde el principio hasta el final”. Lidió Jandilla dos reses en Madrid, uno por parte de César Rincón y otro por Miguel Angel Perera. “Me gustó el de César Rincón y no tanto el segundo”.
Con el curso de la temporada, la ganadería de la divisa azul lidió cuatro reses en la plaza de Antequera, “que salieron buenos y dieron un buen espectáculo con dos más de Fuente Ymbro, porque los seis tuvieron clase. Luego acudimos a Pamplona y allí destacaron dos reses con mejor nota, especialmente el que toreó Salvador Cortés, que fue uno de los más bravos de San Fermín”.
En la corrida de Santander que protagonizaron mano a mano Rincón y El Cid también se lidiaron reses de Jandilla. “Fue una corrida con un toro bueno, el sexto y lo que resultó más desagradables es que los que fueron malos le cayeron los tres a Rincón. Pero, en conjunto, ha sido la corrida que menos me ha gustado del año, porque salió especialmente dura y complicada, aunque algunos fueron bravos”.
A Borja Domecq le gustó la corrida de Huelva, “porque tuvo un gran nivel con dos toros muy destacados, uno de ellos el cuarto, que toreó Rivera y que no acertó a matarlo pronto; también hubo un buen toro castaño que toreó Salvador Vega. Esa corrida fue seria y exigente para los toreros, pero como ganadero quedé contento porque esos dos toros fueron muy importantes, aunque como no hubo muchas orejas pareció de menos calidad”.
No asistió Borja Domecq a la corrida de San Sebastián, “pero mi hijo me ha contado que un toro fue bueno y que la corrida no tuvo mucha suerte, porque los tres primeros fueron mejores que los tres últimos, y ese detalle desluce mucho de cara al público, que se queda con la sensación de lo último vivido”.
El ganadero quedó “contento” de la corrida de Ronda. “El conjunto fue bueno con un toro de clase que le tocó a El Cid, los dos de Salvador Vega y el sexto, que lidió Rivera por El Cid, que conformaron una corrida muy agradable para toreros y público. Son toros de menos trapío que los de plazas de primera, pero hay que lidiar de todo en la temporada”.
Como capítulo menos agradable, Borja Domecq no quiere entrar en detalles sobre la corrida de Salamanca, “porque por razones que no acabo de entender algunos de Salamanca, tierra de maravillosos aficionados, no les apetece que los ganaderos andaluces llevemos los toros a su Feria, pues es algo que obligaría a decir cosas que no quiero y mejor me callo”.
Finalmente, en este repaso de la temporada, Borja menciona a un toro que fue indultado en la localidad de Abarán, “que fue realmente extraordinario”.
Para una ganadería tan consolidada como la de Jandilla y un ganadero como Borja Domecq, esta buena temporada no puede significar que “haya logrado mi sueño como ganadero. Más bien, al finalizar un año se hace un examen y se percata uno que no se debe dormir en los laureles. Lo bueno es agua pasada. La camada del año próximo es otro reto que debo superar, sobre todo porque en mi caso me gusta abrir mucho la ganadería con nuevos sementales y, por tanto, serán nuevos toros que deberán cumplir con esa prueba tan exigente que es la lidia en la plaza”.
Menciona que “la suerte es también un factor que debe tenerse en cuenta en las ganaderías. Siendo respetables todas las plazas, no es lo mismo que embista la corrida de Sevilla que la de un pueblo, sobre todo de cara a la repercusión general”.
Borja opina que “a los toreros hay que escucharlos, que hablen de cómo han visto ellos los toros en la plaza, debe comprenderse que el éxito total es el del toro y el del torero. No vale darle primacía al toro o al torero, hay que buscar la sintonía entre ambos, porque ahí es donde surge el triunfo y la satisfacción del público. Hay toros muy complicados para los toreros, en esta ganadería y en todas. También hay toros que aburren mucho. El toro bueno debe estar en el centro, debe ser equilibrado, no ser muy aborregado ni muy bruto, para que mantenga el interés”.
El ganadero elude la polémica respecto al toro de Sevilla al que Rivera le cortó las dos orejas, “que me pareció un toro muy bueno y con el que Rivera estuvo bien, aunque es verdad que no lo pudo torear en el centro por culpa del viento. No puede juzgar si fue faena de dos orejas, pero lo que es evidente es que nadie protestó cuando Francisco paseaba las orejas”.
Cuando se le recuerda al toro Violinista que lidió César Rincón hace dos años, Borja piensa que “el toro de Rincón tenía más calidad para el torero, pero el de este año de Rivera tenía más final. Luego, las circunstancias fueron las que decidieron. Rincón lució al toro de largo y Rivera lo toreó en el tercio por el viento. Dos toros buenos, sin ninguna duda”.
Hablando de Sevilla, Borja Domecq no quiere dejar de aprovechar la oportunidad para agradecer la postura de la autoridad por acudir al campo a ver los toros con antelación, “porque ha sido una medida que ha sido muy beneficiosa y más para Sevilla. Se han liberado tensiones, se ha podido ver bien la corrida en su totalidad y eso en Sevilla es bueno, porque con la dificultad de los corrales no hay forma de ver los seis toros juntos”.
La próxima temporada lidiará un número de corrida parecido al de este año 2005. “Se mantiene el mismo esquema del año pasado y casi se puede asegurar que iremos con una corrida a San Isidro”.
EL MEJOR TORO DEL AÑO
“Ha habido varios toros para poder elegir, como el de Pamplona o el de Sevilla, pero el toro de mayor calidad ha sido el indultado en Abarán, número 76, de nombre Bucanero, lidiado por Miguel Angel Perera, que le hizo tres faenas con la complicidad y sensibilidad del presidente, que le dejó torear sin darle avisos. Fue un toro completísimo y que reunió todas las condiciones buenas que se pueden buscar en un toro”.
LA ANÉCDOTA DEL AÑO
“Tiene relación también con el toro indultado en Abarán, porque había estado en la Goyesca de Ronda y no entró en la corrida y se quedó de primer sobrero. La causa es que era ancho de sienes. Rivera Ordóñez, que es buen compañero, aunque yo insistía en que se lidiara, se colocó junto a los compañeros y no se lidió. Luego fue indultado en Abarán y el primero que me llamó para felicitarme fue el propio Rivera, que me dijo: ¡Tenías razón! A los ganaderos siempre hay que hacerles caso”.