El décimo cuarto ‘Mano a mano de Cajasol’, celebrado en el Centro Cultural de Cajasol de Sevilla, volvió a cumplir con su objetivo de mostrar los vínculos culturales de la fiesta de los toros. El toreo y el cine volvieron a fusionarse en un acto protagonizado por el diestro José Miguel Arroyo ‘Joselito’ y el director de cine Jaime de Armiñán. Torero y cineasta intercambiaron ideas ante un público que volvió a disfrutar de una visión distinta del mundo del toro, esta vez desde la perspectiva de la exitosa serie de televisión Juncal.

Jaime de Armiñán comenzó explicando las complicaciones que conlleva hacer una película de toros. En este sentido, fue tajante al reconocer que: “El protagonista de una película de toros tiene que torear y los actores no torean, ese es el gran problema”. A lo que siguió explicando: “El actor que se disfraza de torero no da pases naturales, por tanto, no queda bien. Es muy difícil que el actor toree para aprender a torear”. El cineasta afirmó que nunca más haría una película de toros: “Ya he hecho una serie de siete horas, no hay nada más que contar”. Sin embargo, sí reconoció que un torero puede llegar a actuar bien y se dirigió a Joselito para decirle “tú serías un gran torero-actor”, ante la sorpresa del diestro, quien señaló que lo que más le costaría sería someterse a un guión: “Una vez tuve que hacer una previa para Televisión Española y tuve que grabar 400 veces”.

Joselito, por su parte, habló de sus sensaciones al ver Juncal: “Para mí ha sido todo un descubrimiento. En Juncal he encontrado lo que vive y siente un torero, es que somos así: somos pasionales, golfetes, somos artistas… ahí está todo expresado”. En este sentido, reconoció que se había sentido reflejado, con algunas variaciones, puesto que su historia no era la de un fracasado: “Los toreros vivimos por y para el toreo, por eso somos malos empresarios, malos esposos… No sabemos más que torear. He llorado tres veces viéndola”.

Con respecto a este tema, Jaime de Armiñán señaló que: “Elegí la historia de un torero fracasado porque el fracaso es mucho más auténtico, mucho más profundo”. El director explicó que su afición le viene de familia y de su relación con la familia Bienvenida. Y continuó explicando cómo surgió la serie Juncal: “Paco [Rabal] y yo éramos muy amigos, pasábamos muchas horas juntos, sentí su muerte como la de un hermano mío. En una ocasión él me dijo que quería hacer una serie de televisión de toros. Él quería ser un ganadero triunfador y yo le dije que no, que íbamos a hacer la historia de un perdedor, un perdedor que encima fuera cojo con mala leche… Vas a ser un sevillano enrazado en Murcia. Y así, poco a poco, fuimos construyendo al personaje”.

Matador y cineasta recorrieron juntos algunos de los pasajes de la exitosa serie, que se proyectaron en la amplia pantalla del Centro Cultural Cajasol. Entre ellos hubo una escena en la que Juncal saluda a la Maestranza y en la que habla de su carácter redondo. José Enrique Moreno, presentador del acto, preguntó a Joselito por este carácter de redondez tan peculiar: “Es redonda por todo lo que conlleva. Yo que soy castellano, seco, con cara de palo… llegas aquí y triunfas y ves que la gente lo aprecia… eso es maravilloso”. A lo que siguió explicando: “La verdad es que no me costó mucho triunfar en Sevilla, bueno: no y sí. Las primeras tardes fueron duras, pero una vez que triunfé, sí sentí el respeto y la admiración de los sevillanos”.

También hubo escenas en la serie que hicieron alusión a aspectos de la vida de un torero como las cornadas y el miedo. Sobre este último, Joselito afirmó: “El miedo es el eterno compañero: miedo al compromiso y a la responsabilidad, sí, pero miedo también al toro”. Y siguió contando una anécdota de la primera vez que toreó: “Cuando toreé mi primera becerra tenía más miedo al público que a la becerra. Yo pensaba si lo hago mal o no les gusto, se acabó todo. Ya luego cuando tienes un sitio lo que te da miedo es perderlo. Aunque todos debemos reconocer que lo que te da miedo de verdad es el toro”. El diestro continuó ahondando en la cuestión y reconoció a su vez que: “Lo realmente malo es ser un artista y ser incomprendido, eso es lo peor que le puede pasar a un torero”.

No faltaron en el acto recuerdos a este gran actor que realizó un espléndido papel protagonista en la serie Juncal, ni tampoco para algunos participantes como Sevillita, Luis Miguel Calvo y Fernando Vázquez, que también estuvieron presentes en la sala. Jaime recordó una anécdota en la que Paco acudía a la plaza de toros de Las Ventas y todos los banderilleros lo saludaban con un “Buenos días, maestro”: “¿Pero cómo te dicen a ti eso? Si tú no eres un torero, le decía yo. Y él me respondía: Eso es lo que tú te crees”, relataba Armiñán.

Joselito y Jaime de Armiñán mantuvieron un diálogo a lo largo de más de una hora que logró sacar a relucir las conexiones entre estas dos artes, haciendo las delicias del público que acude cada mes a los ‘Mano a mano de Cajasol’.

Informa: Toromedia

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