Luis Silva. Foto: Álvaro Pastor Torres
Álvaro Pastor Torres.– La Fiesta Nacional está viva en La Algaba. Muy viva y enraizada en lo más profundo del sentir colectivo. Tras dos tardes de muy buenas entradas, en el último festejo se llenó por completo el amplio coso, tanto en la zona convencional como en la peculiar parte de carros. Mucha juventud por todos sitios y ganas de toros, tanto en la forma reglada como en el apéndice de las populosas capeas.
Muchos detalles en la tarde más entretenida de la feria. Álvaro López emborronó con la espada una larga y sólida faena a un eral premiado con la vuelta al ruedo. El Primi se sobrepuso a las dudas y las medias arrancadas de su novillo, y con su peculiar estilo, sus muchos partidarios llegados del pueblo y la efectividad con la espada cortó dos orejas. El portugués Luis Silva se mostró variado con la capa, resolutivo con las banderillas -que compartió con Antonio Sánchez-, y premioso con la espada, pero sin duda firmó los mejores momentos de la tarde. Pablo Páez, con oficio creciente pudo sortear por momentos las muchas reservas del descomunal eral pero no la fea voltereta y el pisotón que lo dejó maltrecho y con el pantalón destrozado.
Plaza de toros de La Algaba. Domingo 16 de septiembre de 2018. Novillada sin picadores. Tercer festejo del XL ciclo de promoción de jóvenes valores de la tauromaquia. Lleno en tarde calurosa. Buena lidia de Felipe Proença al 3º tras cuya lidia se cortó la coleta el banderillero almeriense Antonio Sánchez que dio una sentida vuelta al ruedo con su hijo. Luis Silva fue atendido en la enfermería de un varetazo en el muslo sin consecuencias. El Primi salió en hombros
Cuatro erales de Agustín Lunar, bien presentados. El 1º, muy noble, fue premiado con la vuelta al ruedo. 2º reservón y rajadito, el 3º se paró pronto y el serio 4º tampoco se dejó.
Álvaro López (de Sanlúcar de Barrameda): palmas
El Primi (de Cañada Rosal): dos orejas
Luis Silva (Escuela Taurina de Moita, Portugal): oreja
Pablo Páez (Escuela Taurina de Sevilla): oreja
Nacido en Sevilla en el barrio del Arenal, en la calle Pastor y Landero, frente a la Maestranza. Aficionado a los toros desde su infancia gracias al ejemplo paterno, un viejo amante de la fiesta que vio torear a Guerrita. Abonado de la Real Maestranza desde pequeño. 