La Real Maestranza de Caballería no ha propuesto a la empresa Pagés de forma oficial el cambio de la relación contractual que les une en la actualidad. No ha habido ninguna oferta para modificar el contrato que mantienen desde el año 1932 y que, según todas las fuentes consultadas, finalizará en el año 2025. Por tanto, la temporada de 2016 debe ser la de la vuelta de las figuras ausentes en los dos últimos años, pero no habrá novedades administrativas en la relación entre la propiedad y la empresa arrendataria.
Es cierto que la entidad maestrante ya le hizo saber hace un año a la empresa que ese contrato se podría revisar. Ocurrió en plena crisis tanto económica como taurina, causada por la mencionada renuncia de las figuras a torear en la plaza sevillana. Con esa precaria situación, disminuyó de forma llamativa el número de abonados y de espectadores, descendieron los ingresos de la empresa, mientras que el canon de arrendamiento que la empresa abona a la propiedad, que supone alrededor del 22% de todos los ingresos, no se modificó. La posibilidad de cambiar el canon llevaba consigo la reducción del número de años de vigencia del contrato. La empresa rechazó ese cambio y prefirió mantener el actual aun a costa de pagar una cantidad que se ha considerado muy alta.
Según fuentes de la Real Maestranza de Caballería, “no ha habido ninguna propuesta oficial para modificar la relación actual. La Maestranza está satisfecha con la relación que mantienen desde hace tantos años con la empresa y estamos dispuestos a cumplir lo acordado”. Estas mismas fuentes han conocido las quejas expresadas públicamente por el empresario Ramón Valencia, que ha manifestado que “el canon está fuera de mercado”. La opinión de la Real Maestranza es que “si la empresa no está a gusto con el contrato actual, estamos en disposición de modificarlo, aunque ya no sería el mismo, ni en cuanto a la cantidad a pagar ni tampoco en cuanto a su duración. Si la empresa no quiere cambiar esta relación contractual debe ser porque está satisfecha con el que se mantiene en la actualidad”.
Las mismas fuentes de la Real Maestranza han precisado que “el contrato actual no es culpable de que se vendan menos entradas. En todo caso estamos abiertos a mantener una relación seria para estudiar esa modificación que, claro está, sería para establecer unas condiciones diferentes. Sin embargo, – insiste la Real Maestranza – estamos plenamente satisfechos con la empresa Pagés, tanto en las etapas anteriores como en la actual de Ramón Valencia en solitario al frente de la gerencia”.
Finalmente, las mismas fuentes consultadas han manifestado que “la plaza de toros de Sevilla es muy apetecible para muchas empresa nacionales y extranjeras, incluso en las mismas condiciones que ahora tiene la empresa Pagés. Se han recibido muchas llamadas solicitando información. Siempre se les ha contestado que hay un contrato vigente con una empresa que cumple de forma escrupulosa con sus obligaciones y que debe cumplirse. La Maestranza obtiene unos ingresos que se invierten en el mantenimiento y conservación del edificio de la plaza de toros, algo a lo que se suelen destinar 350.000 euros al año, aunque este año la inversión será de un millón de euros porque se han acometido unas obras para reforzar la arquería y el tejado de la plaza. Y mantenemos intacta nuestra labor de mecenazgo a la que se destina una importante cantidad de dinero y que, a pesar de la crisis, no ha sufrido ninguna merma”.
La empresa por su parte se mantiene tranquila trabajando en los carteles de la próxima temporada. “No queremos cambiar el contrato, ya se le hizo saber a la Maestranza, de forma que para nosotros no hay ningún tema pendiente”.
Así pues, es cierto que hace un año se le indicó a la empresa Pagés que se podía modificar la relación con la Maestranza, pero que ya entonces le comunicaron a la Real Maestranza que no querían ningún cambio contractual. No hay oferta de cambio ni ninguna de las partes quiere un nuevo acuerdo. Así pues, Pagés seguirá hasta el año 2025 y lo hará con plena satisfacción de la Maestranza. También la empresa prefiere mantener la situación actual antes que firmar un acuerdo con un canon más bajo pero de dos años a lo sumo.
Debido a las circunstancias apuntadas – crisis económica y toreros ausentes – las entradas en la plaza de Sevilla han bajado de forma notable. En la temporada de 2015 el número de abonados fue algo superior a los 2.000, cuando en 2007 se llegó a más de 6.000. En noviembre de 2013, la empresa acusó a las figuras de “estar fuera de la realidad” al no bajar sus emolumentos. Esas acusaciones provocaron la ruptura con los toreros más importantes del escalafón, que llevan dos años –salvo Manzanares que volvió en 2015 – sin pisar el ruedo maestrante. La buena disposición de Ramón Valencia, único gerente tras comprar su parte a Eduardo Canorea, ha permitido que en la actualidad sea posible la vuelta de esos toreros a Sevilla. Sin embargo, ya comentó Valencia que era imposible bajar los precios de las entradas. Y lo achacaba a que más de la mitad de los ingresos se destinaba a pagar impuestos y el canon del arrendamiento. A pesar de ello, todo seguirá igual hasta 2025 porque así lo desean ambas partes.