Manifestaciín_Valencia2016Luis Carlos Peris.– Tras un tiempo de permisividad demasiado largo, el taurinismo ha dicho basta y se ha unido contra el acoso de unos intolerantes que han hecho de la prohibición una forma de comportarse. El 13-M ha quedado como punto de partida para una reacción que es hija natural de la provocación. Del dejadnos en paz, por favor, se ha pasado a una acción más directa y que puede ser más contundente según vayan pasando los días y, sobre todo, las distintas ferias que forman el circuito del toro. Antier se concentró mucho taurino en esa Valencia que arde en Fallas y que anda a machetazos en defensa de sus tradiciones, ya que no sólo son los antitaurinos los que molestan. El día de la mascletá pusieron el mingo unas feministas que son para echarse a temblar de zafias, ordinarias y soeces que son las muchachas. Y es que las confrontaciones varias parecen imparables.

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