Foto: Rocío de la Oliva Martos

La Tertulia Taurina Universitaria (TTU) organizó un encuentro sobre la figura de Ignacio Sánchez Mejías en el salón de actos del Pabellón de Uruguay. Era un acto que trascendía a lo taurino, lo mismo que Ignacio que fue torero entre otras muchas cosas. Era un acto para llenar un salón, pero solo asistieron un número limitado de asistentes. Fue una mesa preparada con amor sobre una figura como Ignacio.

Moderó Sandra Carbonero con elegancia y las palabras justas para que Paloma Recasens, Manolo Grosso y José Sánchez Mejías abordaran desde todos los puntos de vista la figura del polifacético personaje. La mesa fue muy amena, los participantes se abrieron a la figura del torero y los presentes salimos conociendo todavía mejor a este singular torero en el año que se cumple el centenario de su alternativa. Hubo recuerdos para su infancia, su viaje a México y su rivalidad con Gaona, la encendida admiración por su cuñado y padrino de alternativa Joselito, su vida llena de cultura y aventura. Se dijo en la mesa: «Es posible que Ignacio no hubiera sido torero en nuestros días; hubiera elegido una profesión moderna de alto riesgo». Manolo Grosso lo definió como el torero más culto de la historia. El encuentro fue muy instructivo. Lástima que no respondiera la afición.