Lama de Góngora repite el domimgo 28 en Sevilla. El pasado 10 de abril rozó el triunfo en su debut como novillero con picadores en Sevilla. Solo la espada le apartó de rubricar con orejas una presentación que no dejó indiferente a nadie. Hubo disposición, ganas de novillero, formas ilusionantes…, y hasta una espada traidora. Ahora llega el segundo round: Sevilla le espera el domingo. Lama de Góngora se enfrenta a una importante reválida. Veamos cómo la afronta:

Estoy deseando volver. En la primera novillada ya vieron que llegaba con las ganas de un novillero de empieza. Ahora quiero demostrar más cosas. Es una cita distinta”, asegura el novillero del barrio del Arenal.

Pero primero le pedimos que se centre en su experiencia en la novillada de Feria: “Desde que llegué al hotel todo era distinto. Torear en Sevilla es especial, qué voy a descubrir yo a estas alturas… Cuando en el patio de cuadrillas noté que había expectación ya me sentí lleno de satisfacción. Después, las sensaciones fueron buenas y malas. Buenas porque Sevilla vio que fui a entregarme toda la tarde, que iba de verdad, a no pasar de puntillas, sino a pisar fuerte. Y noté que primero la plaza estaba a la espera de ver qué hacía pero que luego se entregaba por completo. Y las malas sensaciones llegaron al no rematarlo todo con la espada”.

Desde ese mismo día, Lama de Góngora ha intentado corregir este defecto: “Estoy entrenando muchísimo en el carretón con un especialista que ha preparado a muchos toreros. Y no solo es entrenamiento físico, también intento despejar la cabeza”.

Al hilo de su respuesta, preguntamos: ¿Matar a los novillos es cuestión de fuerza o de cabeza? Y responde: “He entendido que esa tarde quise matar a los novillos con el corazón, pero en eso la cabeza es fundamental, tienes que olvidarte de todo y hacer la técnica lo más perfecta posible. Debo tener la cabeza fría que no tuve ese día”.

Al margen de la espada, el planteamiento para la novillada del domingo es el siguiente: “Ya Sevilla ha visto que voy con ganas, por eso ahora hay que estar mucho mejor, no ya por la afición, sino por mí mismo, porque quiero que vea lo que puedo dar. Puede ser mi última novillada esta temporada en la Maestranza y quiero dejar un buen sabor para que todo el mundo se acuerde”.

Lama se refiere al resto de su temporada: “No sé si lo del otro día en Sevilla ha servido o no, pero yo llego otra vez desde cero, con todas las ganas del mundo para poco a poco lograr mi objetivo en el toreo”.

En cuanto a la novillada de Núñez del Cuvillo, Lama de Góngora es claro: “Es un pedazo de ganadería, a ver si rompen tres o cuatro y podemos torear. Sé que la afición que va el domingo a Sevilla es diferente y me va a exigir más, por eso voy a volver a entregarme”.

 

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