Carlos Crivell.- Ocho toros en la corrida picassiana. Los tiempos no están para corridas de tanto metraje. Más si sale una corrida en escalera de Torrealta con reses descastadas y peligro sordo. En el sorteo, el mexicano Adame se llevó los dos toros que embistieron, más el tercero que el séptimo, lo que confirma que tiene muy buen bajío en esta plaza. Hace un año también se llevó dos buenos de Torrestrella. El otro toro bueno fue el último, al que cuajó Fortes con la faena de más contenido de la tarde.
Fortes se mostró muy decidido toda la corrida. Intervino en quites variados con una actitud encomiable. El primero de su lote fue pésimo. Se lo echó a los lomos a las primeras de cambio y luego desparramó la vista para impedir que el malagueño pudiera lucirse.
El último tuvo nobleza. La primera tanda con la diestra fue perfecta. El toro perdió gas y su labor cambió para quedarse muy quieto y robar algunos pases, realizados con despaciosidad y de buen corte. Dibujó muletazos bellísimos a un toro ya sin fuelle. La serenidad y la templanza de Fortes cautivó al coso. La espada le privó de la segunda oreja, pero la gloria fue suya.
Adame se metió al público en el bolsillo con su facilidad y desparpajo torero. Es verdad que el primero de su lote, que fue bueno, merecía una faena más sosegada que la realizada por el mexicano, que abusó de un toreo de tirones. Nada importó cuando lo mató de una estocada para cortar la oreja.
El segundo de su lote fue también de los buenos. Ahora Adame, en perfecta comunión con el público, toreó con mayor templanza y menos violencia. Algunas tandas surgieron fáciles y limpias. Los de pecho encadenados enardecieron al tendido. La espada cayó en los bajos y salió por el costado. Muy listo, se puso a dar manoletinas, como para despistar al personal, antes de otra estocada caída. La oreja que le dieron descalifica a la plaza. A veces, el palco debe ponerse serio.
Diego Urdiales se presentó en Málaga y debe volver otro día para que conozcan su buen estilo torero. Ninguno de sus dos toros tuvo una embestida potable. Lo mismo le pasó a Miguel Ángel Perera, que se enfrentó a dos prendas de medio recorrido y que cazaban moscas. Tampoco fue el mejor día del extremeño.
Plaza de toros de La Malagueta, 17 de agosto de 2016. 4ª de Feria. Corrida Picassiana. Tres cuartos de plaza. Ocho toros de Torreralta, presentados en escalera, algunos muy terciados, de mal juego en general por descastados, excepto el tercero, sexto y octavo, de buen juego. Saludó en banderillas Curro Javier.
Diego Urdiales, de gris perla y azabache. Dos estocadas atravesadas y descabello (silencio). En el quinto, pinchazo y estocada atravesada (silencio).
Miguel Ángel Perera, de añil y azabache. Media estocada (silencio). En el sexto, dos pinchazos y estocada caída (silencio).
Joselito Adame, de grana y oro. Estocada (una oreja). En el séptimo, bajonazo que asoma y estocada caída (una oreja).
Fortes, de marfil y azabache. Pinchazo y media estocada (saludos). En el octavo, estocada tendida y descabello (una oreja tras aviso).