Curro_Paula en UtreraLuis Carlos Peris.- Vocacional uno y de cuna el otro, ambos llevaban sangre de reyes en las palmas de la mano cuando jugaban al toro con sus telas de ensueño. Curro Romero y Rafael de Paula reeditan esta tarde un mano a mano que parece vitalicio y que nos alborota los rincones de la nostalgia. Al señuelo del último libro de Jesús, el hijo del mago jerezano, Curro y Paula se reencuentran ante un público que acudirá con un talante semejante al que mostraba cuando acudía a Jerez o al Puerto en aquellas tardes de levante en calma y reloj parado. Tardes de duende y también negras, muy negras, pero que se anclaron en lo mejor de nuestra memoria hasta que llegue la hora del último viaje. Y esta tarde, cuando sea el momento del reencuentro, los sueños volarán en busca de aquella verónica de Rafael o de aquel natural naturalísimo de Curro hasta muy detrás de la cadera.

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