El diestro Manuel Escribano, que desde el lunes está en su domicilio de Gerena, comenzó ayer con el proceso de curas por parte del doctor Domingo Jiménez, así como con dos sesiones de fisioterapia diarias por parte del especialista José Antonio Salas. El doctor Jiménez ha sido muy prudente en la valoración de la situación de la pierna. Según el facultativo «hay una gran inflamación en la pantorrilla y mucho edema, en parte de origen linfático. Con la fisioterapia debe corregirse este aspecto. Haremos pronto un estudio de la circulación por Ecografía para conocer mejor la situación. De momento, se han salvado el hombre y la pierna; ahora hay que salvar al torero».