luispla-fichaPla Ventura.– Ya está en la calle el segundo tomo de la colección que Antonio Picamills ha editado y que ha bautizado con singular acierto, Matadores de toros en el mundo, una obra singular, única en su género que inmortalizará para siempre a este vasco de oro por su callada labor, pero tan hermosa a su vez.

Picamills es el último romántico de la pluma al respecto de la fiesta de los toros en lo que a la estadística se refiere, todo un logro por su parte. Su labor única en su género, como digo, será al paso de los años cuando tenga la trascendencia importante.

En este segundo tomo que aludimos comprende la época desde 1946 hasta 1966, veinte años de torería, de datos singularísimos en que, los que se doctoraron en dichos años, ahí aparecen todos con todo lujo de detalles; toda una obra singular y única como explico. Son, como se adivina, cuarenta años de trabajo en los que el maestro Picamills ha puesto lo mejor de su ser para inmortalizar a todos los matadores de toros por el mundo.

Un dato importantísimo en dicho libro, como hiciera en el anterior, son las semblanzas de distintos matadores de toros cuyo renombre se engrandece por mor de las plumas más relevantes de crítica taurina. Amigos de Picamills, incluso admiradores de su obra se han volcado en dichas semblanzas para que, el tomo quedara espléndido como todo lo que brota de las manos y sentidos del gran Picamills, es un enamorado de la historia del toreo, un hombre culto donde los haya, un apasionado por la vida, la que ha vivido con intensidad.

Como digo, es el segundo tomo de la historia de los matadores de toros y, para fortuna de Picamills, le quedan todavía cuatro libros para salir al mercado, todo un logro que solo puede ser posible en sus manos; millones de datos manejados con acierto, soltura, equidad, coherencia y la máxima relevancia. Aglutinar en seis tomos a todos los matadores de toros habidos en el mundo desde 1900 hasta la actualidad, ardua tarea que, como digo, la historia le premiará.

No quedan hombres al estilo de Picamills; hombre apasionado por todo su quehacer; bohemio, iconoclasta, erudito, culto, sabio en definitiva, valores todos los que le sitúan en el más alto pedestal de la cultura taurina. Como siempre dije, narrar sobre cualquier tema suele ser muy sencillo; es cuestión de escoger el tema y desarrollarlo. Lo difícil es recapitular datos, obtenerlos, que sean fehacientes, constatarlos, agruparlos y, más tarde, editarlos por cariño, por amor hacia la torería y sin apoyo de nadie salir al mercado para deleite de los aficionados.

La gran pregunta nos la hacemos todos los aficionados, ¿tendrán en cuenta los matadores de toros actuales la enorme labor que ha hecho Picamills al respecto de sus carreras; las de ellos y de cuantos les precedieron? Sería aleccionador que la torería actual apoyaran la gran causa de este hombre puesto que por el precio del amor, dándole rienda suelta a su bohemia ha editado unos libros maravillosos; estamos en el segundo tomo y, como se sabe, quedan cuatro más que saldrán en breve al mercado.

Gracias, Antonio Picamills, es un lujo saber que existes, una dicha complacerte y toda una felicidad  admirarte. Tu callada labor ha servido para inmortalizar a todos los matadores de toros por el mundo, desde el más humilde hasta el más rimbombante. Es tu obra, la que algún día el mundo te reconocerá. Para nuestra suerte, los que gozamos de sensibilidad, desde ahora aplaudimos tu gesto, tu labor, tu trabajo ímprobo que, como digo, algún día, generaciones venideras aplaudirán.

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