Escribano_Luque_Miura3Eduardo y Antonio Miura viven con una mezcla de sensaciones las fechas previas a la corrida del Domingo de Resurrección en Sevilla. De un lado, a estas alturas, ahora más que nunca, están tranquilos, aunque admiten que se ha creado una gran la expectación y que ello les supone una mayor responsabilidad. Lo define bien Eduardo: “La corrida del año pasado fue buena y gustó tanto a la afición, así que este año estamos preocupados por la responsabilidad, porque el listón quedó alto y no es fácil volver a al mismo nivel. Ya Nos gustaría que todo saliera bien pero es algo que se nos escapa de las manos”.

La corrida está elegida. A los ganaderos les gusta, pero conocen al toro y saben que no pueden asegurar que se repita el espectáculo del pasado año. “No podemos controlar nada respecto al posible juego de la corrida. Hay mucha ilusión, se han elegido los toros por  sus hechuras y por su familia, pero la experiencia nos dice que luego todo puede salir al revés. Tenemos confianza en la corrida con los límites naturales de lo que nos ha pasado otros años, cuando una corrida de la que esperábamos mucho luego salió mala, o incluso al revés, cuando sabe buena otra en la que había menos esperanzas”.

La realidad es que Miura vuelve a ser una ganadería en boca de todos, pero de nuevo la prudencia surge de la palabra de los criadores. “Sabemos que después del sol llaga la noche y al revés. Por eso no nos gusta ni sacar pecho ni hablar de nuestros toros, eso hace que parezcamos fríos, pero es que en cuestión de ganadería brava no se debe hablar mucho”.

Lo cierto es que en los carteles se anuncia, como reclamo mayor, la corrida de Miura para el Domingo de Resurrección, algo que no es novedoso aunque tampoco frecuente. Ahora toma la palabra Antonio Miura: “Nos apetecía seguir en el Domingo de la Feria, una fecha en la que llevamos más de cincuenta años desque nos puso Diodoro Canorea. Antes lidiábamos en otras fechas, pero ya estábamos acomodados al cierre de la Feria. Ahora nos anunciamos en la primera del año por las circunstancias conocidas. Nos lo ha pedido una empresa con la que tenemos una buena relación desde hace 70 años. Es una apuesta de la empresa y nosotros, que le estamos agradecidos, hemos aceptado esta fecha. Queremos satisfacer a una empresa que siempre se ha portado bien con nosotros”.

Los hermanos Miura están contentos con el cartel que la empresa ha conformado para esta fecha, “en realidad nosotros nunca opinamos sobre este tema, nos parece que quienes se ponen delante de nuestros toros merecen todo el respeto posible”. Naturalmente están alegres porque Manuel Escribano repita. “El año pasado la corrida de Miura le permitió expresarse y despegar para poder torear en muchas plazas, eso fue una gran alegría. Este año matará la segunda corrida de Miura de su vida, no se puede decir que sea un expertos en la de Miura”. Y se muestran también optimistas ante el reto de Daniel Luque, “que será la primera vez que se enfrente a la corrida”. Eduardo recuerda que “el caso de Escribano, que cortó dos orejas a un toro nuestro la primera vez que se puso delante, es frecuente. El mismo Ruiz Miguel cortó un rabo en Sevilla en 1971 en la primera de Miura que lidió en su vida. Luego se hizo un experto”.

El hecho de que este año se anuncie a Miura en Madrid no ha cambiado su forma de elegir los toros de las corridas apalabradas. “Nosotros tenemos prioridades, que son Sevilla y Pamplona. Vamos a Madrid porque nos han llamado y teníamos toros. Otras veces nos llamaron y no había toros y no fuimos. Y a veces hemos tenido toros y no nos han llamado”.

En breve volverá la de Miura a Sevilla y todavía siguen recogiendo premios por la de 2013. “Hay que ir con cuidado. Es bonitos recibir premios, pero hay que ser humildes y no hablar mucho, porque nos podemos encontrar con un fracaso y habría que recoger velas y tragarse las palabras”.

Se han elegido siete toros, “aunque siempre llevamos seis, la empresa de Sevilla nos pide uno para sobrero y aceptamos con gusto”. Dice Antonio que la corrida es “la que creemos que debe venir a Sevilla. Así lo hemos hecho siempre al margen del cartel”.

En Zahariche  han vivido cuatro años los toros Ladino, nº 15;  Macareno, nº 35; Osito, nº 45; Bravío, nº 46; Aldeano, nº 60;  Pagano, nº 68 y Zamarrito, nº 73. De ellos, cuatro son cárdenos, dos son negros y uno es sardo. De ahí saldrá la corrida si no hay ningún accidente imprevisto. Miura vuelve para reverdecer laureles, aunque los ganaderos siguen con su cantinela de la humildad por bandera.

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