Mari Paz Vega cortó dos orejas en la corrida de la Feria de Málaga, después de una tarde muy entregada y momentos muy toreros, sobre todo su labor con el estoque, sencillamente perfecta. Lima, nada, y García, muy verde.

Jaralta / Lima de Estepona, Mari Paz Vega y Salvador García

Ganadería: seis toros de Jaralta, correctos de presencia y de mal juego en general. La corrida fue descastada y blanda, aunque desarrolló problemas, como el gazapón tercero, la brisquedad del quinto y la falta de movilidad del cuarto. El sexto fue brusco.

Lima de Estepona: cuatro pinchazos y delantera y atravesada (silencio tras aviso) y pinchazo y estocada atravesada (silencio).
Mari Paz Vega: estocada (una oreja) y estocada desprendida (una oreja y dos vueltas).
Salvador García: dos pinchazos y estocada tendida (palmas) y tres pinchazos, media atravesada y dos descabellos (silencio tras aviso).

Plaza de Málaga, 13 de agosto de 2008. Más de media plaza. Saludó en banderillas Juan Antonio Cobos.

Carlos Crivell.- Málaga

Mari Paz Vega le hizo ayer un favor a la empresa y al ganadero. Estuvo tan bien en La Malagueta que la afición salió hablando de su garbo torero, de su estilo como estoqueadora y de su decisión encomiable, de forma que la pésima corrida de Jaralta se quedó en el olvido. Mari Paz Vega remató su mejor tarde en Málaga con una mezcla perfecta de decisión y buena clase. Sin embargo, que no se olvide el fiasco ganadero vivido ayer en la plaza, con un lote de reses de pésima calidad por falta de casta y fuerzas. La empresa debe cuidar el ganado con más esmero.

La tarde estuvo dominada por la malagueña. Desde que se abrió de capa con su primer astado dejó claro que llegaba a por todas. No sólo fue un torero con ambición, también derramó gotas de muy buena clase. De nuevo sorprendió con su excelente estilo a la verónica. La media del remate fue secillamente colosal. Si la firma un artista con duende, seguro que es centro de muchas tertulias por su impecable estilo.

Mari Paz Vega se enfrentó a un toro manejable en primer lugar. Su faena fue inteligente por la forma de darle sitio al toro, valentona porque pisó el terreno donde el animal podía embestir mejor y con una tanda de naturales de buena ejecución. Lo mejor fue la estocada, perfecta de ejecución y resultados. Una estocada de verdad de la que el toro salió muerto. La oreja fue benévola.

La culminación de su buena tarde llegó en el quinto, toro que no parecía que pudiera tener faena. Mari Paz se transfiguró con una sorprendente demostración de valor y oficio. El toro fue pésimamente lidiado, tiró tarascadas en banderillas y no se esperaba mucho en la muleta. La malagueña encontró el camino por el pitón izquierdo, gracias a su tenacidad y buena técnica, de forma que surgieron naturales que eran como un manantial en el desierto. La faena caló hondo porque había mucha verdad. No se admitían florituras. De nuevo se tiró detrás de la espada y salió prendida. Fue un alarde de valor. La plaza se sintió conmovida y pidió las orejas emocionada. El presidente lo dejó todo en su sitio, aunque de forma absurda llegó a escuchar gritos de