Seis toros de Fermín Bohórquez, despuntados para rejones, justos de raza, parados y de juego desigual. Mejor, el sexto.
Fermín Bohórquez: silencio y vuelta al ruedo.
Hermoso de Mendoza: una oreja y saludos.
Diego Ventura: saludos y dos orejas.
Plaza de Málaga, 4 de abril de 2010. Festejo matinal de rejones. Tres cuartos de plaza. Diego Ventura salió a hombros.
Carlos Crivell.- Málaga
La matinal de rejones fue un festejo sin estridencias, en parte porque el ganado de Bohórquez no acabó de galopar en los últimos tercios, en parte porque los caballeros, sobre todo Hermoso y Diego Ventura, probaron nuevas cabalgaduras y se notó en el transcurso de la corrida.
De Fermín Bohórquez es preciso destacar su labor con el cuarto, medida y templada, como siempre muy torera, que finalizó con un buen par a dos manos y un certero rejón. Se le negó la oreja por parte del palco.
Hermoso de Mendoza estuvo bien con el primero de su lote. Sobre Chenel firmó los pasajes más vibrantes de su labor. Con el quinto hubo algunos desajustes a la hora de clavar las banderillas.
De Ventura se espera siempre lo más intenso. Su faena al tercero fue torera y carente de espectacularidad. En vista de ello, con el buen sexto fue fiel a su concepto con alardes espectaculares, sobre todo sobre Orobroy y Distinto. Se ganó dos orejas que sirvieron para darle un mayor interés a un festejo que en algunos momentos no alcanzó el brillo esperado.