El taurino Manuel Morilla Ramos ha muerto a los 81 años en la localidad de Morón de la Frontera, donde había nacido en 1942. Morilla se dedicó a la fiesta desde su juventud, primero como colaborador taurino en La Voz del Guadalquivir, luego como apoderado, y finalmente como ganadero, empresario y propietario de la plaza de Morón.

Desde sus comienzos en el mundo de los toros tuvo una visión avanzada del negocio taurino y de la comunicación. Inició su andadura como apoderado con espadas como Manolo Tirado y José Luis Parada, para luego convertirse en el apoderado de los hermanos Ángel y Rafael Peralta.

El momento culminante de Morilla llegó en el año 1988 cuando se hizo cargo de un chaval que daba sus primeros pasos por el toreo, natural de Ubrique, llamado Jesús Janeiro, Jesulín de Ubrique en los carteles. La temporada de 1989 fue espectacular, lo mismo que la de 1990, hasta llegar a la fecha de su alternativa en Nimes el 21 de septiembre de ese año de 1990.

Morilla fue un innovador en cuestiones de marketing taurino. Jesulín apareció en todos los medios, en los marcadores de los campos de futbol y en la televisión, donde protagonizó un famoso episodio al bajarse los pantalones para enseñar una cornada. El torero de Ubrique hizo de todo: se dedicó a cantar, organizó corridas para mujeres y obligó a su apoderado a tirarse al ruedo de Sanlúcar en una corrida final de temporada. Todo un bochorno que fue castigado con una severa multa.

Por esas fechas, Morilla había vuelto con Jesulín, porque en 1991 tras la cornada del torero en Zaragoza, rompieron su relación. Sin embargo, ya en 1992 volvieron a unir sus caminos en una etapa en la que el diestro batió todos los registros existentes en cuando a corridas toreados en una temporada, que está en 161 corridas de toros en 1995. Morilla seguía siendo el inspirador de las muchas situaciones polémicas que persiguieron al torero, como lo de meterse un pitón en la boca o montarse encima de un toro al finalizar la faena.

El torero se retiró en 1999 y volvió en 2001, pero ya sin Manolo Morilla. La relación se tensó y acabaron distanciados. De hecho, en pocas ocasiones se les ha podido ver juntos en los últimos veinte años, salvo en una corrida celebrada en Morón. Con respecto a la pérdida de la relación entre ambos, el día 10 de marzo de 2001 se inauguró la plaza de toros de Morón y Jesulín no estaba en el cartel, mientras que estuvo Manuel Benítez El Cordobés, al que apoderaba Morilla, junto a Ponce y El Juli.

Morilla también ha apoderado a muchos otros toreros, entre ellos José Luis Galloso, Enrique Ponce, Finito de Córdoba, Pepe Luis Vázquez y Fermín Bohórquez.

Además de propietario de la plaza de Morón, fue alcalde de la localidad desde el año 2003 al ser elegido en las filas del Partido Popular, cargo que mantuvo hasta el año 2011. Como consecuencia de este tiempo de actividad política se vio envuelto en diversos temas judiciales.

Su hijo Francisco Morillo fue su colaborador taurino desde el principio. Su nieto Martín Morilla es novillero sin picadores.

Manuel Morilla ha sido uno de los apoderados más influyentes de los finales del siglo XX, desde luego fue el que organizó toda la campaña de publicidad que acompañó a Jesulín de Ubrique durante el tiempo que fue su apoderado. Hombre de desbordante simpatía, Morilla tuvo numerosos enemigos, lo que les ocurre a todos los triunfadores. Al margen de las cuestiones publicitarias, su visión al descubrir a Jesulín fue fundamental, porque el de Ubrique fue un gran torero que mancilló su trayectoria con distintas situaciones estrambóticas, muchas de ellas inspiradas por Morilla, pero que le dieron mucho protagonismo y una popularidad inmensa. Todavía a día de hoy hay quien vive de la publicidad que le otorgó en su momento una relación con el torero de Ubrique.

Su funeral se celebrará mañana -martes 11 de julio, a las 12:00 h- en la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria de Morón de la Frontera.

Desde Sevillatoro queremos enviar a sus allegados y amigos nuestras muestras de dolor por esta pérdida.