Ferrera se entregó y salió a hombros tras cortar cuatro orejas algo generosas, aunque el extremaeño estuvo muy afanoso y buscó el triunfo de todas las formas posibles. Bien Cayetao en buen toro que cerró plaza. Ponce, cumplidor.

Plaza de. Toros de Olivenza. Tercera de Feria. Corrida matinal. Tres cuartos de plaza. Seis toros de Zalduendo, correctos de presencia y de juego desigual. Los mejores, segundo y sexto. Ferrera salió a hombros.
Enrique Ponce, tabaco y oro, media y descabello (saludos tras aviso). En el cuarto, media estocada (una oreja tras aviso)
Antonio Ferrera, rosa y y oro, estocada (dos orejas). En el quinto, estocada ( dos orejas).
Cayetano, verde y oro, estocada (palmas). En el sexto, estocada (una oreja).

Carlos Crivell. – Olivenza

Antonio Ferrera puso la pasión ya sus paisanos se le entregaron de principio a fin. Ferrera es fiel a sus principios. La gran fortaleza que exhibe le permite crear un espectáculo lleno de vibración que engancha a los menos exigentes. se encontró con el mejor toro de la mañana, el segundo y lo cuajó. Se mostró bullidor en los dos tercios de banderillas, toreó con alegra entrega con el capote. Al buen toro segundo le pudo dar tandas de mucha cadencia y un temple nada desdeñable. Le puso gesto y expresión a cada muletazo y la plaza se lo agradeció después de una excelente estocada.

EL segundo de su lote fue manso y se refugió en las tablas. El extremeño puso toda la carne en el asador para robar pases sin dejar de mujer bien los tiempos para que la gente se le entregara. En este sentido, nadie le puede negar que se viste de torero para dar de sí todo lo que tiene. La Ocaña corta del remate provocó la explosión en la plaza y la confirmación de que era el triunfador de la mañana.

Enrique Ponce anduvo mejor en el cuatro que en el primero. Las dos reses de Zalduendo que sorteó fueron sosas y carentes de emoción. En ambos puso su técnica y capacidad al servicio de dos faenas de temple, escaso ajuste y dominio de la situación. El que abrió plaza no le dejó culminar una faena completa, algo quise consiguió con el más descastado cuarto. Su poderosa muleta fue el imán perfecto para someter a un toro com poca fijeza.

Cayetano se estrelló contra un descasado y poco agradecido tercero, tan soso como escaso de calidad, algo que no empañar que al diestro le fallaron recursos para lograr meter en la franela al animal.

Mejoró su labor con el buen toro sexto, con el que se lució con el capote y realizó una faena de buen gusto, llena de majestad y prestancia, mejor sobre la diestra, que acertó a rematar de una estocada. Al final se fue Ferrera a hombros entre el cariño de sus paisanos. La realidad es que le puso ganas y variedad a su labor y obtuvo su premio.