Emotiva corrida con la reaparición de Ortega Cano, que cortó una oreja cariñosa del cuarto. Ferrera se entregó en una labor bullidora y Ponce falló con la espada una buena faena.

Ganadería: seis toros de Núñez del Cuvillo, justos de presentación y de juego variado. El primero, complicado; el cuarto, noble y flojo. Sin clase, el segundo y bueno el quinto. El tercero y el sexto, buenos.

Ortega Cano: silencio y una oreja.
Enrique Ponce: silencio y saludos tras aviso.
Antonio Ferrera: una oreja y una oreja.

Plaza de Olivenza, 4 de marzo (tarde). No hay billetes. Ferrera salió a hombros.