Se celebró en Cajasol el mano a mano del matador Palomo Linares, uno de los toreros más conocidos de nuestro país, gran figura en la década de los 60, con José María Álvarez del Manzano, político, ex alcalde de Madrid y actual presidente de IFEMA. La moderación corrió a cargo de José Enrique Moreno.
El primer lance fue de la mano del político, que no dejó pasar desapercibido su origen sevillano y su beticismo, tratando el primer tercio sobre la política: “El mundo del toro no tiene color, no debe tener color, aunque en parte de España quieran politizar la fiesta de los toros, como en Cataluña, haciéndole daño al aficionado y a la fiesta. El mundo del toro no entiende de ideología”, afirmó tajante Álvarez del Manzano.
A lo que Palomo Linares añadió: “El color del mundo del toro es rojo y gualda, y está totalmente arraigado en el español. Mientras haya un español en la faz de la tierra, habrá alguien que defienda la fiesta.”
Entre las alabanzas a la tauromaquia, Álvarez del Manzano recordó “el error de los ecologistas de ir contra la fiesta cuando las dehesas se mantienen gracias al toro, es el que más protege la naturaleza”.
Ortega y Gasset decía que la política en este país no se entendía sin el mundo de los toros. En cuanto a si la plaza es el reflejo sobre la sociedad española actual, y comparando los tiempos, concluyeron ambos que estos han evolucionado, “la juventud tiene muchas más actividades ahora para fijarse solo en los toros”.
Palomo Linares expresó su opinión también sobre la posibilidad de que la nueva hornada política prohíba los toros: “a los políticos mejor ponerle un bozal a algunos”. “A muchos”, replicó Álvarez del Manzano, recordando también algunas frases célebres de políticos sobre la fiesta.
Con la crisis “estamos desechando la cantidad de trabajo que da la fiesta de los toros. Hay tanto trabajo que da a los hoteles, el campo, que es una pena que no se esté aprovechando”, recordó Sebastián Palomo Linares.
Los dos protagonistas coincidieron en la necesidad de que las instituciones apoyen la fiesta de los toros, como se está haciendo desde muchos ayuntamientos de los pueblos para poder celebrar novilladas. “Imagínate que se quita la fiesta de San Isidro, ya no tendríamos más que un día de chulapas”, exclamó el maestro.
Entre anécdotas, recuerdos imborrables e históricos, y repasos a conceptos del toreo, transcurrió el último tercio de este XXXI edición de los Mano a Mano de la Fundación Cajasol, en la reanudación de estos encuentros en este 2015.
Nacido en Sevilla en el barrio del Arenal, en la calle Pastor y Landero, frente a la Maestranza. Aficionado a los toros desde su infancia gracias al ejemplo paterno, un viejo amante de la fiesta que vio torear a Guerrita. Abonado de la Real Maestranza desde pequeño. 