Curro Romero_El MundoLuis Carlos Peris.- Caía la tarde morosamente, sin que pasase nada. Estábamos en el cuarto domingo de octubre del año 2000, ese año que se prestaba a la discusión sobre si ya vivíamos en el Siglo XXI o en el ocaso del XX. Ayer se cumplían tres lustros de una fecha que ha pasado con mayúsculas a los anales del toreo. A eso de las ocho de la tarde, la voz de Curro Romero sonaba urbi et orbi por lo que tantos años había sido el altavoz de este país, Radio Nacional de España. Había toreado por la mañana en La Algaba un festival con Morante y sorprendía conque ya estaba bueno lo bueno, lo bueno y lo malo, que sanseacabó. Lo hizo como siempre hizo sus cosas, sin anunciar lo que iba a hacer, sin falsas promesas ni rentables despedidas por los más diversos ruedos de Iberia. Ayer hizo quince años de aquello y el torero ve cómo cada día crece su legión de partidarios y se agranda su leyenda.

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