Tres días de luto en Jerez por la muerte de Alvaro Domecq

El rejoneador y ganadero álvaro Domecq y Díez falleció ayer por la mañana en su finca Los Alburejos de Jerez de la Frontera (Cádiz) a los 88 años de edad. Don álvaro había nacido en Jerez de la Frontera el 1 de julio de 1917. Era una persona muy apreciada y querida en el mundo taurino por sus profundos conocimientos sobre el toro bravo. Padre del rejoneador del mismo nombre y abuelo de los rejoneadores Luis y Antonio Domecq, había fundado la ganadería de Torrestrella.

Su vida de extinguió lentamente después de un largo proceso de envejecimiento, agravado por algunas enfermedades anteriores. Su muerte ha sido debida a causas naturales. Hace algunos años había sufrido una intervención quirúrgica abdominal en Sevilla de la se repuso bastante bien.

Hasta hace unos dos años se le ha podido ver en las plazas de Sevilla, Jerez y El Puerto en los festejos taurinos, a los que llegaba en una silla de ruedas por la imposibilidad para caminar. Su afición desmedida le impedía estar lejos de la Fiesta.

Alvaro Domecq lo ha sido todo en el toreo. Su padre compró la ganadería del Conde de Veragua, que posteriormente sería la de Juan Pedro Domecq. Por su parte, fundó la de Torrestrella que permanece y que es un encaste propio por las hechuras y comportamiento. Ha sido un buen rejoneador hasta el año 1950. Fue político, aunque siempre dijo que sólo era por amor a su tierra. Fue alcalde de Jerez y presidente de la Diputación de Cádiz.

Taurino de prestigio, Los Alburejos fue centro de reunión del toreo. Amigo de matadores, acompañó a Manolete en la trágica tarde de Linares e incluso tuvo una destacada participación en algunos hechos acaecidos alrededor de su muerte.

Fue escritor y desarrolló una amplia labor periodística en distintos medios, siempre con textos relacionados con la vida del toro. Todo ello desembocó en el libro El Toro Bravo, que es su gran aportación.

El enorme prestigio de Alvaro Domecq se pudo apreciar en el gran homenaje que se le tributó en Jerez el 20 de noviembre del 2004. Fue la postrera aparición del ganadero en público. El Museo Taurino de Jerez de la Frontera colgó el