Toreo calle_Buhaira1Luis Carlos Peris.- Haciendo oídos sordos a cuanto ladran en detrimento del toreo y defendiéndolo dentro de la legalidad vigente es como procede comportarse, pero existe algo más y es el de intentar por todos los medios a nuestro alcance que la llama no se extinga. Por ejemplo, lo del otro día en La Buhaira con un montón de niños jugando al toro bajo la batuta de Eduardo Dávila Miura, o cómo este mismo torero disertaba en el Salón de Carteles sobre sus vivencias vestido de seda y oro. También es muy válido, tremendamente válido, lo de esos encierros para chavales que monta Morante en La Puebla, su pueblo del alma. Y, por ejemplo, los mano a mano que organiza José Enrique Moreno con la ayuda de Cajasol y que hoy mismo se reanudan en la vieja Audiencia. O sea que al toreo hay que defenderlo con energía, pero también hay que propagarlo e insuflarle vida.

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