Andrés Romero y Jorge Cutiño han finalizado hoy la relación de apoderamiento que les ha unido durante las dos últimas temporadas. Tras analizar el desarrollo y las circunstancias, sobre todo, del año recién finalizado, las dos partes han optado por seguir sus caminos por separado. En este sentido, el rejoneador onubense ha expresado su agradecimiento a quien ha sido hasta ahora su mentor por cuanto que “hemos compartido dos temporadas que no eran fáciles ni a priori ni tampoco a posteriori. Lo logrado ha sido mérito de los dos. Había llegado el momento en mi carrera de dar un paso al frente, de intentar entrar en el primer nivel del rejoneo y juntos lo hemos conseguido. He pisado plazas como Sevilla, Madrid, Valencia, Bilbao, Málaga, Ronda o Mont de Marsan, entre otras, donde he tenido ocasión de demostrar que tengo un sitio en ese lugar entre los mejores del toreo a caballo”.
Andrés Romero explica que, una vez terminada la campaña de 2015, ambas partes no han querido dejar pasar más tiempo porque «lo hemos hablado desde la reflexión y hemos entendido que éste era el momento, ya que nos deja con todo el invierno por delante para planificar bien el futuro inmediato». Entretanto, el rejoneador
prosigue estos días con la recuperación de la rotura del adductor mayor y menor de la pierna derecha que se produjo en Calanda (Teruel) el pasado 11 de octubre y que le obliga, inicialmente, a permanecer tres semanas en reposo absoluto.
Nacido en Sevilla en el barrio del Arenal, en la calle Pastor y Landero, frente a la Maestranza. Aficionado a los toros desde su infancia gracias al ejemplo paterno, un viejo amante de la fiesta que vio torear a Guerrita. Abonado de la Real Maestranza desde pequeño. 