Víctor García Rayo (www.aplausos.es).- El matador sevillano Salvador Cortés pasó la madrugada en las puertas de la enfermería de la plaza de toros de Sevilla. No quería iniciar el viaje a Leganés –plaza en la que torea hoy día 16- hasta no comprobar que su hermano y banderillero Luis Mariscal se encontrara estable y controlado. “Claro que es duro lo que está pasando –aseguraba el torero mientras esperaba noticias del quirófano- pero así es la fiesta y así es el toreo. Hoy he vuelto a triunfar en esta plaza, que es la mía, y he llevado a mi hermano a la enfermería echando sangre y viendo que la cosa era muy seria. Pero tuve que dejarlo en la puerta y volver al toro, que es mi obligación. Esto es así de duro y así de grande” En torno a las cinco de la madrugada las noticias eran tranquilizadoras.