Sebastián Castella ha anunciado esta noche del miércoles 30 de septiembre su retirada de los ruedos. El torero francés ha anunciado mediante una carta enviada a los medios que deja el toreo coincidiendo con el vigésimo aniversario de su alternativa. El diestro francés tiene pendientes dos compromisos anunciados esta temporada, este domingo en Vila Franca de Xira y el viernes 9 de octubre en Antequera.

De esta manera cuelga el traje de luces tras una larga trayectoria que comenzó con su presentación en público como becerrista en la ciudad francesa de Aignan el 30 de marzo de 1997. El 17 de enero de 1999 debutó con los del castoreño en Acapulco (México). Tras un año y medio como novillero, tomó la alternativa el 12 de agosto del año 2000 en Beziers, con Enrique Ponce de padrino y José Tomás de testigo. A partir de ahí, ha vivido una carrera plagada de éxitos en todos los países taurinos que le han colocado entre los toreros más destacados de las dos últimas décadas.

Todo parece indicar que Castella seguirá ligado al mundo del toro, puesto que ya ha hecho público su interés por gestionar la plaza de toros de Beziers, su localidad natal, que este año dejó Robert Margé tras más de tres décadas.

El comunicado que ha enviado el torero es el siguiente:

«Queridos aficionados que durante tanto tiempo me habéis seguido, apoyado y exigido:

Os escribo para comunicaros que me retiro del toreo. Es una decisión difícil, muy meditada y que, además, coincide con mis 20 años de alternativa, una efeméride que no he podido compartir con vosotros como hubiese querido.

Jamás hubiese imaginado cuando empecé mi andadura con apenas 11 años, en mi Beziers natal, que iba a alcanzar tantas y tantas metas. Quiero mostrar mi agradecimiento a todos aquellos que me han acompañado en algún momento de mi carrera. De todos he aprendido. Especialmente, quiero acordarme de mi familia. Sin ellos, este camino no hubiese sido posible hasta aquí.

Me considero un privilegiado. Y llegado a este punto, me gustaría acordarme de los compañeros que pagaron con su vida la conquista de sus sueños de luces. Ellos han hecho, todavía, más grande esta profesión.

Todo lo que tengo, lo que he vivido, lo que sé y lo que he conseguido se lo debo al mundo del toro. He conocido gente y lugares maravillosos gracias a la profesión más bonita que existe. Tantas veces volviese a nacer, tantas que intentaría ser torero.

Pero una vez aquí, creo que hay otros universos por descubrir y tengo mucho que aprender más allá de lo que ha sido mi vida desde muy niño.

En este año 2020, tan difícil por la situación sanitaria que vivimos, decidí torear para devolverle, dentro de mi humilde aportación, al toro lo mucho que este me ha dado. Creo que era necesario. Lo hice, en los pocos sitios que se ha podido ofrecer espectáculos, por mi cuadrilla, que tan mal lo ha pasado por la falta de contratos y que han sido tan fieles a mi persona, por la afición, de la que siempre he sentido su calor y apoyo, por los empresarios que decidieron organizar corridas de toros, por lo ganaderos, a los que tanto le debemos los toreros, y por los medios de comunicación especializados que siempre he sentido como parte importante de este sector.

No sé si será un adiós definitivo o un hasta luego. Sólo el tiempo tiene la respuesta. Dicen que los toreros nunca nos retiramos y yo creo que es así. Yo allá dónde esté, haciendo lo que haga, SIEMPRE diré con ORGULLO que he sido, soy y seré TORERO.

MUCHAS GRACIAS A TODOS Y HASTA SIEMPRE.

HA SIDO UN AUTÉNTICO PLACER”.

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