Media plaza en la primera de noveles en Sevilla en noche calurosa. Reses de buena condición de Villamarta y tres chavales inexpertos. Cortó una oreja Jesús Bayort, animoso y bullidor y con más seguidores en el tendido. 

Plaza de toros de Sevilla, 27 de junio de 2913. 1ª novillada de promoción. Media plaza. Seis erales de Villamarta, justos de presentación y de buen juego en líneas generales. Destacaron el tercero y el cuarto.
Carlos Martín (Escuela de Écija), de nazareno y oro, pinchazo y estocada que asoma (saludos tras aviso). En el cuarto, estocada delantera (vueltas tras aviso).
Eloy Ortega (Sanlúcar de Barrameda), de celeste y oro, pinchazo y estocada (silencio). En el quinto, media estocada (palmas).
Jesús Bayort (Camas), de rioja y oro, estocada (una oreja). En el sexto, dos pinchazos y estocada corta trasera (palmas).

Carlos Crivell.- Sevilla

Los seguidores impusieron su ley en la primera de las novilladas de promoción. El aspirante que tenía más amigos en el tendido logró mejores resultados. Quien estuvo desamparado de palmeros se quedó sin premio.

De estas novilladas se espera algo mejor en el futuro. La primera ha tenido poca historia. La novillada de Villamarta, justa de presentación, se dejó torear en líneas generales, sobre todo los que se lidiaron en tercero y cuarto lugar. Los chavales denotaron su normal inexperiencia. Hubo novillada para mejores cosas.

Carlos Martín, de Écija, tenía partidarios en el tendido. Realizó una faena larguísima al que abrió plaza. La dio todos los pases que pudo en una labor de mucho más voluntad que acierto. Fue avisado antes de perfilarse para matar. El cuarto fue mejor novillo. El astigitano volvió a dejar patente su facilidad para mover las zapatillas en una faena de trazo discontinuo. Sus animadores le permitieron que diera una vuelta al ruedo.

El chaval Eloy Ortega, amparado por Ortega Cano, puso banderillas en sus dos erales. No le salieron bien los pares con los garapullos. Realizó dos faenas animosas, de torero correcto y de poco eco, aunque se apreció con pasmosa nitidez que no tenía muchos seguidores en el tendido. Con el quinto se mostró tan voluntarioso como desordenado a la hora de plasmar sus faenas.

Jesús Bayort sí que tenía seguidores en la plaza. Además de tener una masa de animadores, el pelirrojo torero puso de su parte todo lo que sabe con una entrega encomiable. Se fue a portagayola en sus dos erales, toreó de rodillas, intentó con medianos resultados asentarse en dos faenas más bien bullidoras, es decir que estuvo en novillero, que ya es algo. Como tenía amigos en la plaza cortó una oreja al excelente eral tercero y el fallo con la espada tal vez le privó de volver a tocar pelo en el sexto.

A modo de resumen, la primera novillada no ha revelado a ningún torero que nos haga esperar confiados el futuro. La novillada de Villamarta tenía más findo para poder demostrar las cualidades por las que se aspira a desarrollar una profesión muy exigente. El nivel de esta primera ha sido más bien flojo. Y queda dicho, mandan los seguidores. El que más tiene, más gana.  

Foto: Jesús Bayort  (Álvaro Pastor Torres)

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