Todo en Sevilla puede ser una maravilla, pero para los aficionados a los toros una corrida con lluvia es un castigo desagradable muy alejado del famoso dicho sobre la bendición de la lluvia en Sevilla. Llegó el otoño, volvieron los toros a la plaza de la Real Maestranza y llegó la lluvia. Cayeron unas gotas en el primero y ya en el quinto y sexto se generalizó el temporal.
CINCO PORTAGOLAS. En el mano a mano entre Nazaré y Fortes, los toreros se fueron cinco veces a portagayola. Antonio Nazaré se fue en su primero toro, luego devuelto, y en el que salió de sobrero. Fortes se fue en sus tres toros. No fueron largas las suyas, sino que fueron faroles a portagayola. Fue un detalle de disposición y entrega de los matadores.
SOLER Y CARRETERO. Las cuadrillas anduvieron a un nivel discreto, simplemente cumplidor, aunque hubo dos toreros de nivel superior. José María Soler saludó en las banderillas del cuarto y lidió de forma admirable al sexto. José Antonio Carretero, un lujo de torero, lidió bien el segundo. Entre los picadores, buen puyazo de Tito Sandoval, al que solo le ponen los toros de lejos cuando torea a las órdenes de Javier Castaño. También se lució en la lidia del tercero Santi Acevedo.
AYUDA CON PAJARITA. El ayuda del mozo de espadas de Jiménez Fortes lució una corbata de pajarita. Todo un detalle