La plaza registró tres cuartos de entrada en un domingo en el que se trataba de atraer a un público populista. El tiempo fue bueno con algunas ráfagas de viento. El festejo duró dos horas y media pero se hizo muy largo.
LIPOTIMIAS. Día de sol, gente que llegó después de gozar de la ciudad y las correspondientes lipotimias con intervención de la Cruz Roja. Las hubo en el sol, normal, y también en la sombra.
CABESTROS. Es un año con poco trabajo para la parada de cabestros. Ayer se devolvió el segundo y salieron para llevarse al toro. No estuvieron acertados y el toro al final se metió a punta de capote en los corrales.
ARENEROS. Cuando salen al ruedo los cabestros ya se sabe que dejan la plaza llena de excrementos. Magnífico el trabajo de los areneros para limpiar el albero en muy poco tiempo. Por cierto, el piso de la plaza está en mejor estado.
ALCALAREÑO. Como tanta veces en Sevilla, Alcalareño saludó tras dos buenos pares. El torero sigue con luto por su esposa y en cada saludo eleva la mirada y laontera al cielo en clara y expresiva dedicatoria. En las cuadrillas, buenos puyazos de Juan Bernal y Juan de Dios Quinta. Brega acertada de Carlos Chicote.
BEBIDAS EN EL TENDIDO. El personal bebe una barbaridad en los tendidos. Es más, se venden bebidas con el toro en la plaza. Y más, algunos llegan tarde y con dos copas llenas para subir las escaleras. No pasa nada de milagro.