carlos marquez/13/04/2016 sevilla/andalucia toros/feria de abril/12ª de abono/ paco ureña en su 2º.Carlos Crivell.- Grandioso espectáculo en la plaza de toros de Sevilla. Un toro de Victorino Martín se ganó la vida entre el clamor popular. El torero Manuel Escribano fue el lidiador perfecto para un animal tan exuberante. La discusión, como ocurre siempre, está servida. Algunos estarán de acuerdo; otros dirán que no fue merecido; lo único cierto es que el toro fue extraordinario de principio a fin y que la plaza se enamoró del llamado Cobradiezmos. La plaza volvió a vivir el éxtasis del indulto, el gozo popular fue unánime, se demostraba que aún quedan toros bravos y que hay toreros capaces de bordar el toreo ante sus acometidas. En Sevilla quedó claro que esta Fiesta puede ser maravillosa.

Era preciso que se encontraran en el ruedo un toro y un torero de esta dimensión para que quienes andan preocupados con el futuro se alegren de que la grandeza del toreo aún es posible.

carlos marquez/13/04/2016 sevilla/andalucia toros/feria de abril/12ª de abono/ paco ureña en su 1º.El llamado Cobradiezmos fue una preciosidad de hechuras. Escribano lo recibió a portagayola y lo lanceó con buen estilo. Se empleó en los dos puyazos, aunque es cierto que tardeó en el segundo. El torero de Gerena le puso banderillas con mucha voluntad. La explosión de toro y torero tenía su cita en la faena de muleta.

 El de Victorino fue una máquina de humillar, un portento al repetir las arrancadas, un prodigio de fijeza y exhibió un recorrido largo. Qué pedazo de toro, incansable, capaz de mejorar en cada tanda, siempre pendiente de la muleta.

Para que un toro así brille con semejante dimensión tiene que ponerse delante un gran torero. Y Escribano fue un diestro de cuerpo entero, generoso por su ayuda al toro, al que le ofreció todas las ventajas para que cantara su  bravura. Se colocó bien, lo enganchó por los dos pitones, le bajó la mano y lo llevó prendido en su largo viaje hasta ligar el muletazo siguiente.

carlos marquez/13/04/2016 sevilla/andalucia toros/feria de abril/12ª de abono/ morenito de aranda en su 1º.Dijo el listo de siempre que «si ese toro lo coge fulanito…». Ese toro no lo puede coger nunca el que no se anuncia con ellos. Le tocó a Manuel Escribano que estuvo a tan alto nivel que logró su indulto. La discusión está servida. Se dirá que fue excesivo. Me pareció un toro fantástico, al que un buen torero lució para que se ganara su vida. Además, qué buena noticia es para la Fiesta este indulto.

En la corrida de Victorino hubo otro toro bueno, el tercero que fue toreado de forma templada y elegante por Paco Ureña. Solo cabe el reparo del escaso toreo con la izquierda, por donde la faena bajó de nivel. Sin embargo, los doblones finales fueron muy bellos y la estocada, contundente. A muchos les sorprendió el palco al conceder la segunda oreja. El de Victorino había sido noble y humillador.

Del resto de la corrida poco más hay que destacar. El primero de Escribano, muy gordo, tenía pocas fuerzas. El de Gerena anduvo porfión y voluntarioso. Morenito de Aranda se lució con el segundo cuando le bajó la mano, pero no lo hizo muchas veces y el de Victorino derrotó por alto. El quinto reponía los viajes y no fue fácil. El de Aranda se vio desarmado más de la cuenta. El sexto tampoco fue bueno. Se frenó de forma brusca en la muleta del torero de Lorca.

Es decir, una corrida desigual en bravura y nobleza, pero siempre con la impresión de que allí en el ruedo había un toro, lo que después de lo pasado es una noticia de portada. Para la historia, el indulto del cuarto que tuvo la fortuna de tropezar con un matador generoso que le ayudó a mostrar sus virtudes. Con tardes así, es un orgullo ser aficionado. Esto es maravilloso.

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