Padilla_Sevilla2016ARJCarlos Crivell.- El sábado de Feria acude el pueblo a divertirse, algo que no debe ser la norma en una corrida de toros, sino que siempre debe el público intentar emocionarse. Con sus ánimos a los toreros y su permanente admiración por cualquier cosa que ocurriera en el ruedo, los espadas se sintieron apoyados con el fervor del tendido. Es el día más raro de la Feria; se busca un aficionado por la plaza y apenas se encuentra alguno como especie rara desperdigada por los tendidos. El pueblo toma la plaza. La tomó con ansias, a pesar de la amenaza de lluvia, incluso con gran jolgorio cuando se anunció por megafonía que los espadas habían decidido comenzar el festejo.

El Fandi_Sevilla2016ARJQuien aprovechó este ambiente relajado y cariñoso fue Juan José Padilla, que puso su tauromaquia variada y de entrega al servicio de tan fieles admiradores. El de Jerez sintió el calor del pueblo durante toda la corrida, de forma que al final salió a hombros por la Puerta del Príncipe. Fue una salida empujado por la masa que lo quiere y lo respeta tras todo lo que este torero ha sufrido.

Padilla lo entregó todo. Se fue a portagayola en sus dos toros, lanceó a la verónica, llevó a los toros en vistosos galleos al caballo, puso banderillas, mejor en el quinto que en el segundo, toreó de rodillas o erguido, y mató a sus enemigos de sendas estocadas.

El quinto, llamado Seductor, fue extraordinario desde que asomó a la plaza. De hechuras hermosas, estrecho de sienes, engatillado de cuerna, se movió con alegría en todos los tercios. Sus defectos fueron llevar la cara algo alta, dolerse en banderillas y mostrar un amago de rajada al final. Casi nada ante tanta movilidad y alegría. Embistió con prontitud a todos los cites. Padilla toreó mucho en su faena sobre la derecha, casi nada con la izquierda, pero la plaza y la música estaban completamente entregadas al jerezano, de forma que pidieron las orejas para sacarlo por la del Príncipe. Se sumaba así a la cortada en el segundo, toro más remiso y apagado, con el que anduvo valentón en una faena animosa. La plaza lo quiso sacar a hombros y lo hizo. Se puede discutir si era una Puerta justa. Fue excesivamente fácil, pero lo quiso la masa.

Finito_Sevilla2016ARJEn la corrida de Ricardo Gallardo, además del muy bueno quinto, destacó el noble sexto, un toro de revolución en la muleta. El Fandi, que también se había puesto de rodillas en la puerta de toriles, colocó cuatro pares de banderillas y toreó a sus anchas en tandas de muletazos de trazo desigual. El de Fuente Ymbro hacía surcos por el albero. El Fandi lo toreó lo mejor que sabe. El molinete de rodillas final enfervorizó al tendido y así le llegó la oreja después de una estocada caída.

El resto de la corrida fue más floja. En general, blanda, apagada al final, algunos de ellos castigados con saña como el cuarto.

El Fandi se había encontrado en primer lugar con un toro reservón, muy frenado y con excesiva sosería en su comportamiento. El animal se agotó de inmediato. El Fandi simplemente lo mató.

El primer espada, Finito de Córdoba pasó sin ser visto. El que abrió plaza tenía las fuerzas justas, se rebrincó en la muleta, y el torero cordobés nacido en Sabadell le tiró líneas, algunas de trazo muy hermoso, pero que no llegaron a conformar una faena.

La imagen del cuarto fue ya otra cosa. El de Gallardo, muy castigado en varas, metió bien la cara por el lado derecho, alguno de los pases tuvieron sabor bueno, pero en un conjunto insuficiente y con esa imagen de ausencia que muestra este torero cuando no se encuentra a gusto. Su vuelta a Sevilla fue muy gris, casi negra como su terno.

Plaza de toros de la Maestranza. Sábado 16 de abril de 2016. Decimotercera de Feria. Tres cuartos de plaza. Toros de Fuente Ymbro, bien presentados y de juego variado. Apagados los tres primeros. Noble por la derecha el 4ª; excelente el 5ª, y noble el 6º.
Finito de Córdoba, de negro y oro. Pinchazo y estocada baja (silencio). En el cuarto, estocada atravesada (silencio).
Juan José Padilla, de azul y oro. Estocada desprendida (una oreja). En el quinto, estocada (dos orejas). Salió a hombros por la Puerta del Príncipe.
El Fandi, de nazareno y oro. Media estocada tendida (silencio). En el sexto, estocada caída (una oreja).

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