En la matinal de rejones de Sevilla hubo un momento dramático al resbalar el caballo de Rui Fernandes llamado Xelín y ser corneado por el toro en el suelo. Los despojos afloraron al aire en unos instantes de curel realismo. El caballo fue sacrificado. Enorme corrida de Bohórquez y buen nivel de los rejoneadores con especial mención para Diego Ventura. 

Plaza de toros de Sevilla, 29 de abril de 2012. Festejo matinal de rejones. Lluvia débil en los toros quinto y sexto. Tres cuartos de plaza.
Toros de Fermín Bohórquez de muy buen juego, con especial mención de los lidiados en tercero, cuarto y quinto lugar.
Fermín Bohórquez, saludos
Rui Fernandes, una oreja.
Diego Ventura, dos orejas
Joao Moura, saludos.
Noelia Mota, una oreja.
Francisco Palha, palmas.

Carlos Crivell.- Sevilla

El tiempo era inestable. El piso de la plaza perecía que estaba en buen estado. En verdad, sólo un caballo resbaló en la cara del toro. Es decir, tampoco se puede culpar al piso del accidente del caballo Xelín, con el que Rui Fernandes afrontó la lidia del segundo toros de la matinal de rejones. Se fue Fernandes con su caballo a la puerta de toriles a esperar al toro. Cuando trataba de fijarlo, el caballo resbaló y fue presa fácil para el de Bohórquez. La escena posterior fue dramática. Xelin dio su postrera vuelta al ruedo con los despojos al aire. Muy fuerte la escena, pero esto es también fiesta. Drama de un caballo, que fue sacrificado en el patio de cuadrillas ante la gravedad de sus heridas.

En el tendido había llantos y dolor. El propio Rui Fernandes no tenía consuelo. Mas el festejo debía proseguir. El caballero portugués se rehizo y pudo culminar una labor más que aceptable sobre Vivaldi y Único con los que se exhibió en piruetas y balanceos. La sensibilidad del momento tuvo el premio de una oreja. Incluso se llegó alegremente a pedir la segunda.

Todo había comenzado con una actuación de Fermín Bohórquez de gran pureza. Sin alardes, siempre de frente y con una cuadra espléndida, el caballero de Jerez dejó la huella del toreo a caballo eterno. Sobre Brasil se sintió torero Fermín. El rejón de muerte le privó de trofeos.

Fermín fue rejoneador y ganadero. No estuvo mal sobre el ruedo. Como ganadero, triunfó a lo grande con una corrida de lujo para el toreo a caballo. Los toros jugados como tercero, cuarto y quinto conjuntaron nobleza con embestidas templadas y duración.

La mañana llegó a la cumbre con Diego Ventura. Sólo el drama del caballo de Fernandes pudo restarle eco a la faena de portugués de La Puebla del Río. Queda lejos en rejoneador tremendista. Ventura es un caballero templado con una cuadra inmensa que borda el mejor toreo a caballo de todos los tiempos. En esta ocasión fueron Maletilla, Nazarí y Ordóñez, pero muchos se quedaron en el campo. Ventura fijó al toro, quebró en el sitio, corrió a dos pistas con temple máximo. Clavó en lo alto, se reunió con el de Bohórquez en una loseta y salió airoso siempre para bordar las piruetas o de nuevo el toreo a dos pistas. La mejor faena de Ventura en Sevilla. Quería el rabo. A este paso llegará con toda seguridad.

Muy entonada la labor de Joao Moura en esta buena corrida de rejones. A un gran toro le hizo el rejoneo de calidad. Sobre esa maravilla llamada Mancha- blanca llegó su mejor momento. Sólo faltó algo de transmisión y que hubiera acertado en la muerte del animal.

Sorpresa con Noelia mota, tan nueva como valiente; tan entregada como serena para afrontar un reto de envergadura. No se amilanó, lució con seguridad su buena cuadra, clavó con acierto tras quebrar con buen estilo y acertó con el rejón definitivo. Sus montas a Cezanne y Pavarotti fueron espléndidas. Oreja con fuerza para la guapa amazona.

Francisco Palha confirmó que su buena mañana del festejo del pasado año no fue casualidad. De nuevo fue un rejoneador clásico y vibrante. Sobre Trocadillo se mostró elegante y serio. Una labor de premio si no marra con el rejón de muerte.

El percance mortal de Xerín marcó la mañana. Fue una lástima porque hubo rejoneo de alta calidad. Entre todos, atención al nuevo Ventura, más clásico y puro que nunca. Fue el gran caballero de la matinal, donde ayudo mucho el excelente encierro de Bohórquez.
 

A %d blogueros les gusta esto: