Manuel Grosso.- Un año mas la feria acabó con una corrida de Miura. Una tradición más, de una ciudad que adora las tradiciones. No se sabe muy bien el porqué, pero los miuras siempre son distintos, aunque salieran terciaditos algunos de ellos, curiosamente los que desarrollaron mas sentido y estuvieron mas en el tipo de la casa. Salieron dos manejables, dentro de un orden. El tercero que lo lidio con habilidad y profesionalidad El Fundí, que a punto estuvo de cortarle una orejita, y el sexto con el que Rafaelillo estuvo hasta con gusto, lastima que al final la faena se alargó en demasía y le perdonaron, desde mi punto de vista correctamente, el tercer aviso. Hubiese sido injusto que le devolvieran al torero de Murcia un toro al corral después de lo que había tragado en sus dos toros, sobre todo en su primero que fue una autentica lucha sin truco alguno.

Padilla se llevó el peor lote, un sosote primero y un segundo que fue devuelto a los corrales y sustituido por uno del Conde de la Maza de seiscientos kilos, que no fue tan malo como lo hizo parecer el jerezano. Tuvo tandas estimables pero estaba claro que Padilla estaba mentalizado para lidiar una de Miura y no una del Conde. A pesar de lo dicho también estuvo, que no es poco.

Con los miuras ya se sabe, son toros de otros tiempos, que piden una lidia diferente y a los que es difícil hacerle el toreo de hoy, pero el público lo sabe y valora todo lo que se les hace de otra manera. El encierro de ayer no se comía a nadie, pero puso a todo el mundo en su sitio, solo con nombrar la divisa da mucho que pensar. Nada que ver con las corridas de los últimos días, ni incluso con las llamadas toristas, de la que de forma sorpresiva solo se salvo la del Conde de la Maza. Se acabó la feria, una feria interesante donde se han visto muchas cosas inesperadas y otras que venían anunciadas de antemano, pero del resumen ya se encargaran mas adelante a quienes les corresponda.

Para finalizar una referencia a la preocupación de todo el mundo taurino tiene con la gravísima cogida de José Tomas en México, ojala se pueda recuperar pronto y vuelva a ser ese TORERO inmenso que es. Que ha revolucionado profundamente, no solo el mundo de los toros, sino el toreo en si mismo y el mundo de la cultura por extensión. Suerte maestro y que sepas que muchos estamos contigo en estas horas duras para ti y confiamos que todo te vaya bien, los aficionados te lo debemos por habernos devuelto la verdad en un mundo de mentiras.