Los seis noveles, en la puerta de cuadrillas. Foto: Álvaro Pastor Torres

Carlos Crivell.- El mejor novillo de La Quinta fue el primero. El que más complicaciones presentó fue el quinto. A ese quinto, Eric Olivera, de la Escuela de Badajoz, le hizo una faena con valor, entrega y buena técnica. Toreó bien con el capote a la verónica. Comenzó la faena con doblones y logró derechazos de mando ante un animal corto y descompuesto. A mitad de su labor hubo un desarme que bajó el nivel, pero el mérito de Eric fue remontar la faena con muletazos por ambos pitones en los hubo muchas ganas y una buena dosis de valor y capacidad. Lo mató de una estocada y el puntillero levantó al novillo. Sonó un aviso y finalmente fue atronado el de La Quinta. La plaza pidió la oreja con fuerza y por mayoría, pero el palco desatendió la petición a cambio de una buena bronca. Debió conceder la oreja porque había petición suficiente. El chaval dio dos vueltas al ruedo.

Al buen novillo que abrió plaza, Carlos Fernández le dio muletazos de buen corte, aunque su labor careció de sello y fue algo mecánica, porque no mandó en las continuas embestidas del eral.
También dejó la impresión de un torero sin un sello definido José María Trigueros, de la Escuela de Murcia, que toreó mejor con la derecha al principio y se embarulló al final cuando el animal perdió recorrido. Fueron muy elegantes algunos trincherazos y los ayudados por alto. Marró con la espada.

Álvaro de Chinchón mostró buen oficio en una primera parte de su faena en la que toreó asentado con dominio y buen concepto. Todo acabó más atropellado con algún desarme y una cogida en la que salió con la taleguilla destrozada. Después de una estocada se echó el de La Quinta, pero el puntillero lo levantó y necesitó cuatro descabellos que le quitaron un posible premio de mayor entidad.

Manuel Casado, de Lora del Río, le echó ganas a su labor, que estuvo presidida por unos afanes excesivos en las formas. Se había lucido en un quite al tercero con una media de calidad. En su labor bulliciosa, se echó de rodillas en el saludo y al comienzo de la faena de muleta. El novillo se acostó por el derecho y acabó echando la cara arriba. Casado lo puso todo de su parte, hubo momentos de garbo, para acabar seis molinetes encadenados y un desplante eléctrico de rodillas. En conjunto, chaval con poca experiencia. Muy mal con la espada.

El sexto de la noche, con poca clase en sus embestidas con la cara alta, permitió a Víctor Barroso realizar una faena de muchos pases con voluntad con mejor resultado por el lado derecho. Finalizó con manoletinas. Denotó también que está verde en este momento de su andadura.

Plaza de toros de Sevilla, 4 de julio de 2019. 1ª de promoción sin picadores. Menos de media plaza. Seis erales de La Quinta, bien presentados, encastados y de juego variado, Buenos, 1º, 2º y 6º; complicados, 3º y 5º. Sin clase, el 4º. Debutó en el palco José Joaquín Herrera del Rey.
Carlos Fernández, de Lora del Río (azul marino y oro): Pinchazo hondo (vuelta tras aviso).
José María Trigueros, de la E.T. de Murcia (lila y oro): Dos pinchazos, media, dos pinchazos y estocada (silencio tras aviso).
Álvaro de Chinchón, E. T. de Arganda El Juli (grana y oro): Estocada trasera y tendida y cuatro descabellos (silencio tras aviso).
Manuel Casado, de Lora del Río (nazareno y oro): Pinchazo, estocada enhebrada que asoma y estocada caída (silencio tras aviso).
Eric Olivera, de E. T. de Badajoz (grana y oro): Estocada (dos vueltas tras aviso y petición).
Víctor Barroso, de E. T. La Gallosina (azul y oro): Pinchazo y estocada tendida (silencio).

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