Carlos Crivell.- La esperada corrida de Santiago Domecq soltó dos toros con nota: tercero y quinto. El quinto, de fondo noble, fue aprovechado por Álvaro Lorenzo para torear con gusto y calidad y cortar la única oreja de la tarde. Pura inteligencia del torero que le dio distancia en los terrenos. El bravo y encastado tercero fue un hueso duro de roer para Alfonso Cadaval, que no pudo someter al astado. No era fácil, incluso acabó rebañando por la izquierda. Toro de público, que castigó al torero con una ovación al de Santiago Domecq. Del resto de la corrida, apenas queda la nobleza sosa del segundo, los malos finales del primero, la escasa acometividad del cuarto y la mala suerte del sexto, que en una costalada comenzó a morirse sobre el ruedo. De cuatro, dos toros con historia. Puede ser un buen balance, o no, según se mire.

José Garrido cuajó una tarde entrega con el común denominador del encimismo en sus dos toros. Más acusado este defecto en el primero, que cuando le dio sitio viajó con claridad, pero Garrido acortó mucho las distancias en un amontonamiento sin sentido y ahí perdió interés la faena. El cuarto esperó mucho, era preciso atacarle, por ello se puede entender que Garrido se metiera en su terreno, sobre todo en un arrimón final. Su actitud fue encomiable, luchó contra el viento, toreó de forma distinguida con el capote, alargó mucho ambas faenas y mató de forma correcta a sus astados. Una tarde más, pero era Sevilla y el balance se antoja escaso.

Álvaro Lorenzo capeó el temporal con el despitorrado segundo, noble y soso, al que le dio pases insustanciales. Con el muy noble quinto pudo desarrollar su concepto clásico del toreo en una labor muy torera por ambos pitones, con tandas limpias y mucha torería. Acertó en distancias y el de Domecq respondió. El buen toro de Santiago Domecq le permitió lucirse en los derechazos, con un cambio de mano sublime, así como dibujar un natural portentoso. Acabó dentro de su concepción ortodoxa con ayudados por bajo y lo mató con efectividad para pasear una merecida oreja.

El encastado y difícil tercero le tropezó la muleta a Alfonso Cadaval en la primera tanda y se descompuso el toro y se descompuso el torero. Parecía que llegaba el acoplamiento en una tanda de naturales más rematada, pero el animal fue venciéndose por ese pitón y la faena perdió intensidad. La tanda final con la diestra fue algo precipitada y embarullada. Con la espada no estuvo muy fino. El toro fue ovacionado y Cadaval silenciado.

Con el sexto está excusado. El toro se apagó después de una tremenda costalada en banderillas y llegó sin vida a la muleta.

Plaza de toros de Sevilla, 19 de abril de 2023. Tercera de abono. Media plaza. Seis toros de Santiago Domecq, justos de trapío, muy pobre el 2º, de juego desigual. Destacó el bravo y encastado 3º, así como el noble 5º. Del resto, 1º, de pocas fuerzas; 2º, noble y soso, 4º, reservón, y 6º desfondado en una costalada.
José Garrido, de gris perla y oro. Estocada trasera (saludos). En el cuarto, media estocada y descabello (saludos tras aviso).
Álvaro Lorenzo, de gris plomo y oro. Estocada trasera (saludos). En el quinto, estocada perpendicular y caída (una oreja).
Alfonso Cadaval, de verde botella y oro. Pinchazo atravesado y caído y estocada caída (silencio). En el sexto, pinchazo y estocada corta caída (silencio).
Rachas de viento durante la lidia de los toros primero y cuarto. Saludó en banderillas Raúl Ruiz en segundo. Buenos pares y buena brega de Curro Javier. Alfonso Cadaval brindó el tercero a Litri.