Decpcionante corrida de Cuadri con reses muy apagadas que apenas dejaron posibilidades a una terna modesta. El buen ambieste torista se frustró en una corrida espesa y sin contenido.

Cuadri / Vara, García y Cruz.
Seis toros de Cuadri, bien presentados, mansos, descastados y de feo estilo; el menos malo el cuarto, que se empleó en varas.
Sánchez Vara: aplausos (estocada) y ovación con saludos (estocada fulminante).
Iván García: silencio (media perpendicular) y silencio (media perpendicular).
Fernando Cruz: ovación (estocada) y aplausos (dos pinchazos y descabello).
Real Maestranza. 31-3-08. Quinta de abono. Tres cuartos de entrada en tarde agradable. Destacó el picador Rafael López en el cuarto.

Carlos Crivell

Los seis toros eran negros de capa, todos lucían el tipo clásico del encaste, bien rematados, pitones negros acucharados, morrillo prominente, badanas amplias y culatas anchas. La estampa de los de Cuadri era maravillosa, todos eran negros, pero poco más se puede contar de esta corrida de toros.

En el enjambre de ganaderías del campo bravo, la de Cuadri es un prodigio que los aficionados mimamos con esmero. Se anima a su criador Fernando Cuadri para que no baje la guardia y siga criando estas reses tan hermosas. La historia reciente del toreo nos recuerda toros encastados y nobles de Cuadri y faenas para el recuerdo de algunos matadores ante ellos. En Sevilla, salvando alguno suelto hace varias temporadas, no ha habido encierros de lujo.

Sólo se puede decir que los seis eran negros. El análisis detallado del juego sobre el albero maestrante deja en mal lugar a la divisa de Trigueros. Si se saca el bisturí, el cuarto y el sexto medio embistieron, pero se apagaron muy pronto.

La tarde fue placentera por el clima y sosegada en el ambiente. La lidia, tal como ya pasara el año pasado, fue premiosa

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