La lluvia apareció poco antes de las seis y media. La plaza estaba cubierta con los plásticos. La retirada de los mismos obligó a retrasar diez minutos el comienzo de la corrida. La labor de los operarios es digna de elogios.

PITONES DESTROZADOS. Los toros de Palha se destrozaron los pitones en los primeros derrotes en las tablas. Era algo muy extraño, pero todos estaban escobillados al poco de pisar el ruedo.

LOS APODERADOS. Los apoderados de ayer parecían entrenadores de fútbol, en continuo movimiento y dando instrucciones a sus toreros. Será preciso ponerles un área para moverse. No se imagina uno a Camará o Andrés Gago de un lado a otro por el callejón dando órdenes. El de Serafín Marín era César Cadaval, uno de los Morancos. A Marín le debería haber contado un chiste para animarlo.

PANTALONES BLANCOS. El mexicano Macías se puso unos pantalones blancos para tapar el destrozo causado por el primero en un quite. El pantalón era horroroso para un torero. Siempre se usaron los de los monosabios o unos vaqueros azules.

CUADRILLAS DISCRETAS. La corrida tuvo mucho que lidiar. Las cuadrillas no pasaron de discretas. Destacó Manuel Molina a caballo y Vicente Osuna y Arruga con los palos.

EL TORREÓN, COMPLETO. La corrida de El Torreón de hoy se lidiará completa. Hay cinco castaños, uno negro y otro melocotón.