David Galván fue el mejor en la novillada de Sevilla, tanto por su buen concepto como por la casta torera que puso sobre el tapete. Se llevó dos ovaviones de verdad. Barrio estuvo correcto y frío. La novillero Vanessa Montoya, muy verde para el trance.

Plaza de toros de Sevilla, 22 de mayo de 2011. Media plaza. Seis novillos de El Montecillo, bien presentados, mansos y de escaso juego en general, salvo el primero. Saludaron en banderillas José Manuel Raya, Daniel Duarte y Rafael Limón.
Víctor Barrio, de grana y oro, estocada caída (silencio). En el cuarto, pinchazo y estocada (saludos).
David Galván, de azul pavo y oro, estocada tendida (saludos). En el quinto, estocada atravesada (saludos).
Vanessa Montoya, de marfil y oro, tres pinchazos y 13 descabellos (silencio tras dos avisos). En el sexto, dos pinchazos, media atravesada y seis descabellos (saludos tras dos avisos).

Carlos Crivell.- Sevilla

Novillada electoral. El ganador fue David Galván, el novillero de San Fernando que venía precedido de sus buenas actuaciones en la pasada temporada en Algeciras y El Puerto. Era un novillero con buen estilo. Ayer, con una novillada de El Montecillo con poca clase y mucha mansedumbre, demostró que también tiene casta torera.

Esto de El Montecillo es lo nuevo de Paco Medina, ganadero castellano que forjó El Ventorrilo. De momento, su obligación es seguir trabajando. Hay mucha mansedumbre en sus reses. No todo fue mansedumbre, porque algunos novillos brindaron un buen tercio de varas, como el segundo y el quinto, que se arrancaron de largo a las cabalgaduras. Pero no rompieron nunca, se rajaron y acabaron cerca de las tablas.

El novillero segoviano Víctor Barrio llegó a Sevilla avalado por sus buenas tardes en Madrid. Es tan alto que los novillos se le quedan muy chicos. A pesar de esa estatura, la figura torear del chaval no desentona. Tiene oficio, pero en esta novillada sevillana se le ha notado frío. El que abrió plaza se golpeó a la salida con un burladero y quedó tocado. Sin embargo, fue el que llegó a la muleta con mejores condiciones. Barrio muleteó con pulcritud sin acabar de lograr el interés popular. No logró muchos votos del tendido.

Se fue a portagayola a recibir al cuarto. Ese animal fue otro manso de la suelta de Paco Medina. Barrio hizo una faena tan larga y espesa como voluntariosa. No hubo pases buenos, el novillo iba siempre con la cara alta, pero el chaval le hizo de todo cerca de las tablas, hasta unas manoletinas fuera de lugar.

El que logró más votos fue David Galván. Se llevó varias volteretas, la primera al saludar de capa al segundo. Lo toreó por la izquierda sin poder ligar lo muletazos, pero el trazo de los mismos fue muy bueno. La poca clase del astado le impidió sacar más provecho.

El quinto se lo echó a los lomos en la primera tanda con la derecha. El comienzo de faena por bajo fue de categoría. Como el de El Montecillo se parara de forma lamentable, a Galván no le quedó más que robar algunos pases buenos y demostrar mucho valor y casta. Es verdad que aún necesita más rodaje, que peca de inexperto, pero tiene calidad y valor. Podía haber dado la vuelta, pero en el tendido había muchos turistas sin capacidad para valorar lo hecho por el gaditano.

La novillera Vanessa Montoya dejó que los picadores castigaran más de lo debido a sus dos reses. Al tercero le pudo dar algunos naturales sueltos, por cierto acompañados de forma inexplicable por la banda de Tejera. Con la espada dio un mitin.

Con el sexto está eximida de un juicio severo. El novillo fue un marmolillo aquerenciado en las tablas y ello fue un duro obstáculo para la trianera, que de nuevo se puso por la izquierda para dar algún pase suelto. Lo de la espada fue nuevamente muy doloroso. A Vanessa no tenían que haberla presentado en estos comicios toreros.

Foto: Álvaro Pastor Torres
 

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