A las diez de la mañana se celebrará en San Bernardo la misa de corpore in sepulto de Pepe Luis Vázquez. Posteriormente el féretro será trasladado a la plaza de toros de Sevilla para que la afición le rinda un postrero homenaje de admiración. A continuación los restos del matador fallecido serán llevados al cementerio de San Fernando.

Durante la jornada de ayer las visitas a la capilla ardiente instalada en el Salón del Apedero del Ayuntamiento fueron continuas. Por allí pasaron toreros y numerosas personalidades de la sociedad de Sevilla, pero sobre todo pasó el aficionado anónimo que quiso despedir al gran torero sevillano.

El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, visitó la capilla ardiente a primera hora y mostró sus condolencia a la viuda, Mercedes Silva, así como a sus hijos y nietos.

A las cinco de la tarde, el arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, ofició un responso en el que ponderó las virtudes de Pepe Luis Vázquez como torero y como persona.

Por la capilla ardiente han pasado, entre otros, Ramón Valencia y Eduardo Canorea, Manolo González, Eduardo Miura, Espartaco, Curro Vázquez, Emilio Muñoz, Manolo Cortés, Ortega Cano, José Fuentes, Rafael Jiménez «Chicuelo», Pepe Luis Capillé, Ángel Peralta, Pareja-Obregón, El Vito, Finito de Triana, Andrés Luque Gago, Alfonso Ordóñez, Romerito, Curro Puya, El Pío, Rafael Sobrino, y el novillero Lama de Góngora.

De otros ámbitos de la sociedad sevillana han testimoniado su dolor por esta pérdida los ex alcades Fernando de Parias Merry y Manuel del Valle; el consejero de Justicia de la Junta de Andalucía, Emilio Llera; el conde de Peñaflor y su esposa, María Luisa Guardiola; José María Lobo, hermano mayor de San Bernardo, y Manuel Román Silva, ex presidente del Consejo de Cofradías y primo de los hijos de Pepe Luis.
 

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