Antonio Jiménez ‘Lili’ sufrió una grave cornada en el cuarto, que le cogió a la salida de un par de banderillas. Quince centímetros y la safena tocada. Pasó al hospital Santa Ángela de la Cruz.
No hubo minuto de silencio en memoria del periodista Fernando Carrasco. Fue lamentable que se olvidaran de ese detalle, más cuando se antes se hizo con otros periodistas y personajes sin la entidad del compañero fallecido.
Alfonso Barroso se agarró muy bien en el quinto y logró que la cabalgadura no fuera derribada. Entre los banderilleros, valiente Rafael Rosa, que saludó tras las banderillas del segundo.
Saludos tras el paseíllo ante la ovación de la plaza a la terna, aunque era evidente que estaba dirigida a Morante.
Canorea volvió a salir a relucir. Uno dijo aquella ya tan manido de «Canorea, parce que compras los toros en los chinos». Aunque se ha ido, Canorea sigue, y seguirá, presente.
El tercero se lesionó tras el segundo puyazo y fue devuelto con acierto por el palco. Las entradas son caras como para dejar al público con un toro menos.