Juan PAlarconJuan Manuel Pérez Alarcón.- Nos la prometíamos muy felices con esta corrida, – a pesar de la mediocre media entrada de aforo que para una tarde de farolillos dice mucho de la situación en Sevilla – y la verdad hemos salido los aficionados muy cabreados de la Real Maestranza. El sector taurino tiene que adoptar soluciones – y urgentes – para parar este despropósito en el que el mundo taurino esta desfilando en los últimos tiempos. A priori un cartel con tres toreros «nuevos» que podrían gustar al público, y con una corrida, en principio, que podía embestir. Pues bien, ayer la Autoridad rechazo la corrida de Daniel Ruiz en su integridad, y lamentablemente lo que ha salido por toriles de la ganadería titular ha sido pésimo y malo. Además de mal presentado. Al final sólo se han lidiado dos toros de Daniel Ruiz, y otros cuatro, de la ganadería de Fuenteymbro, con dos sobreros de por medio de la misma ganadería. Un fracaso empresarial – por apostar por Daniel Ruiz, cuando se conocen sus «problemas» para lidiar en 1º categoría – y por otro lado, un fiasco ganadero absoluto – compartido por ambos propietarios – por el mal juego de los toros reseñados para Sevilla. ¿Eran los toros para Sevilla?. Me cabe la duda. Y encima el pobre de David Galván que debutaba en Sevilla, un toro manso en un derrote seco le propina una cornada en el último de la tarde.

Joselito Adame lidio un toro impresentable de Daniel Ruiz de feas hechuras y digno de un plaza de menor categoría. Ni cabeza ni morfología para la plaza de Sevilla. Pitado en toda la lidia, la suerte de varas paso inadvertida, por lo que se puede decir que fue un fraude de suerte. El toro demostraba debilidad de piernas y el mexicano quiso agradar toreando por ambos pitones pero el toro no transmitía nada y su invalidez y mala condición era patente. Lo mejor la estocada. Sin toro no hay fiesta.
 
Con el sobrero de Fuenteymbro se lució a la verónica y manejando con cierta soltura los vuelos del capote. El toro algo soso no mostró mucha pujanza en el caballo. Salió dolido de manos y su desrazada embestida no daban síntomas de felicidad. A esta altura de la corrida la gente estaba cansada. Comenzó con estatuarios en el centro de la plaza y aguanto miradas que tuvieron cierta emoción. Luego vinieron series con la derecha mandonas y de trazo lineal que tuvieron un acople aceptable. El toro le falto raza y continuidad y se fue diluyendo la faena. Lo intentó al natural pero su condición era peor. Abrevió y se le agradeció por el respetable con un animal que pidió la muerte el sólo.
A Nazaré le tocó en suerte un sobrero de Fuenteymbro de buena presentación que se movió mucho en el saludo capotero pero con cierta sosería en la embestida. Simulacro en el caballo – ¡qué vergüenza! – de un toro invalido. En la muleta el nazareno pulseo las breves acometidas y solamente muletazos sueltos tuvieron cierto eco en los tendidos. Tuvo algo de raza el toro pero sus escasa fuerza le impedía el lucimiento. Con el descabello tampoco tuvo su día el torero.
Con el quinto quiso lancear con el capote con suavidad pero a poco que la lidia se desarrolló el toro dejo señas de ser soso y destacado. Poco o nada podía hacer Nazaré con un animal que le costaba mucho meter la cara ante su extrema flojedad y sosería. Lo mejor la estocada. Su labor fue silenciada. David Galván saludó con el capote con buen concepto al tercero de la tarde. Al límite de la presentación tuvo mejor condición física que sus hermanos pero no fue un dechado de bravura. Se agarró pronto al suelo y se rajó de forma alarmante, demostrando su mansedumbre. El gaditano puso voluntad y criterio al hilo de las tablas pero sin el despegue deseado. Tras una estocada fue obligado a saludar desde el tercio.
 
En el último o pudo estar a gusto con el capote con un animal a abanto de salida y que tampoco demostró buenas condiciones. Manseó y puso a prueba la capacidad lidiadora de la cuadrilla de Galván, que tuvo que tomar el mando de la lidia. Otro toro que no sirvió, que manseó en terrenos de chiqueros, que acometió con genio – que no casta – a lso engaños y que en un derrote le pego una cornada sería al joven de San Fernando, que el va a impedir estar el sábado en Madrid. Mala suerte, y un sueño roto para un chaval que empieza. Mala suerte pues no merecía ese esfuerzo y sacrificio ante un toro malo. Lo despachó Adame y se terminó lo que mal empezó.
Las alarmas se pueden disparar ante la soledad del aficionado, y la poca reacción empresarial y del sector taurino ante tardes como las de hoy, donde el gran público, y la afición ha demandado el TORO, – con ostensibles gritos – pues sin él, no habrá nunca emoción en la fiesta de los toros. Sueños y deseos rotos de tres toreros que lo necesitan y que se han estrellado esta tarde en el albero. Y esta tarde han faltado en Sevilla, TOROS, con bravura y con raza y encastados, y ha sobrado mucha mansedumbre, mucho genio, y sobre todo las hechuras que un toro bravo debe tener en una plaza de categoría. ¡¡Ya esta bién!!