Carlos Crivell.– Soy adicto a las retransmisiones de las corridas en directo por televisión. Creo necesario que haya un canal privado que ofrezca a los aficionados las mejores ferias de la temporada. Es bueno que se retransmitan completas sin ridículos como el de este año con el festejo del rabo de Ventura, sea culpa del canal o sea del caballero. Todo es mejorable, por supuesto, pero es absolutamente necesario.
Estas corridas por el canal Toros de Movistar cumplen su objetivo de llevar las grandes ferias a todos. Quienes se ponen delante de la televisión son entendidos en toros. Por ese motivo los comentaristas deberían recordar para quienes están hablando. Muchas veces se dicen cosas que parecen dirigidas a gente indocumentada en cuestiones taurinas. De igual forma sería bueno que se hablara para todo tipo de aficionados, tanto para los que solo disfrutan con la labor de los toreros como para aquellos que buscan con ahínco el comportamiento del toro encastado. No se debe cargar las tintas contra algunas ganaderías de las etiquetadas como duras, mientras se le echan flores a divisas comerciales en tardes de encierros de pésimo comportamiento. De nuevo hay que buscar el equilibrio.
Deben entender en el canal Toros que las entrevistas en el patio de cuadrilla son totalmente irrelevantes. Además son inoportunas, porque en muchas ocasiones retrasan de manera absurda el paseíllo. Tampoco me parecen adecuadas las entrevistas en el callejón a los toreros después de la lidia de sus toros. Hay casos en los que puede tener interés, pero como norma general no aportan nada en ese momento de adrenalina por las nubes. Y menos cuando en esas charlas tanto el entrevistador como el entrevistado se dedican a maldecir al toro. Siempre la culpa es del toro. Y no es así. También suele ocurrir que se justifica siempre al torero con pregunta que llevan incluida la respuesta.
Morante ha vuelto a decir que no le gusta que se ofrezcan las ferias completas por la televisión. Ya me lo dijo en febrero. Creo que insiste para ir dejando caer que en la próxima temporada no estará en las plazas de Valencia, Sevilla, Madrid, Pamplona o Bilbao. Debe modificar su postura ante la televisión. Se equivoca Morante. Puede tener razón en el asunto del matiz que tienen los comentarios, pero nunca al negarse a que su tauromaquia llegue a los aficionados que pagan una suscripción a un canal, que es como si hubieran pagado una entrada para ver la corrida en directo.