La corrida del Día de Andalucía celebrada en Ubrique contó con algunos toros bravos de Fuente Ymbro, pero Jesulín y Conde no estuvieron a la altura, mientras que el joven Luque se llevó los menos potables. Nueve orejas sin sentido.

Plaza de toros de Ubrique, 28 de febrero. Corrida del día de Andalucía. Casi tres cuartos de plaza. Seis toros de Fuente Ymbro, justos de presentación, bravos aunque con pocas fuerzas. Los mejores, cuarto y quinto. Buena labor del banderillero Óscar Reyes. Los tres espadas salieron a hombros.

Jesulín de Ubrique, de celeste y oro, estocada trasera, atravesada y baja (una oreja). En el cuarto, estocada perpendicular (dos orejas).
Javier Conde, de grosella y azabache, estocada atravesada y trasera (una oreja). En el quinto, estocada tendida (dos orejas).
Daniel Luque, de avellana y oro con remates negros, estocada baja (una oreja). En el sexto, estocada (dos orejas).

Carlos Crivell.- Ubrique (Cádiz)

La corrida institucional del día de Andalucía se celebró en Ubrique en un paraje bellísimo. Fue una corrida festiva, propia de una plaza de tercera, sin ningún tipo de criterio ni exigencias. Ese tipo de corridas alegres y distendidas se han celebrado siempre, pero se quedaban en la misma plaza. Lo malo de una corrida como la de ayer es que la ofreció la televisión andaluza, de forma que muchos creerán que así es una corrida de toros seria. Lo de Ubrique fue un festejo de preparación con un público amable que lo dio todo por bueno, desde los sablazos al matar a los mantazos a distancia.

Y fue una pena porque en el cartel se anunciaban toros de Fuente Ymbro, que es una buena ganadería. A la corrida no le sobraron las fuerzas, pero tuvo casta y bravura. Toros como el cuarto y el quinto tenían embestidas para toreros de verdad, pero no era el día. Se supone que el ganadero sabía dónde llevaba sus toros.

De Jesulín poco hay que decir. Es una pena que un torero tan bueno se resista a dejar una profesión a la que ya no puede añadirle ningún brillo. El primero exigía los terrenos de afuera y Jesulín lo cegó y lo frenó cerca de las tablas. Con el excelente cuarto dio pases templados sin acabar de componer una labor maciza, la que un toro tan bueno pedía. Los paisanos le regalaron tres orejas, pero este Jesús es listo y sabe que no estuvo para tirar cohetes.

También se llevó tres orejas Javier Conde, que se enfrentó a dos buenos astados y realizó dos faenas de corte similar. Tardó mucho en ambos en centrarse y cundo lo hizo desparramó su estética torera sobre todo en los remates. El quinto fue muy encastado y sólo al final, con la derecha, pudo remontar su labor. Le estaban cantando desde el tendido, pero no había inspiración en el lidiador para semejantes cantares.

Daniel Luque tuvo mala suerte con sus dos toros. El tercero se lastimó a la salida en los lances del saludo. El toro rodó de forma continuada en una imagen deplorable. No había nadar que hacer y lo mató. De forma sorprendente le entregaron una oreja que el chaval entregó a sus banderilleros con presteza.

Lo mejor, y lo más torero de la tarde, llegó en el sexto. Fue un toro violento en las arrancadas. La buena técnica y el valor de Luque consiguieron ahormar al de Fuente Ymbro en una lucha en la que el torero de Gerena se alzó en vencedor. Tuvo que ser por la diestra; el lado izquierdo era imposible, pero Luque, que es ambicioso dominó la situación y lo mató de forma contundente. Para no ser menos, a sus manos llegaron las dos orejas.
 

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