Una dualidad más a la luz de la luna

Luis Carlos Peris.- Pasará lo que tenga que pasar y, como en tantas ocasiones, puede que sea el tercer hombre el que gane la batalla, pero el clima de expectación creado en torno a dos chavales sevillanos que quieren ser toreros nos lleva a tiempos muy pretéritos. Pablo Aguado y Rafael Serna llegan a la final de esta noche impulsados por el triunfo y por sus nutridas cohortes de partidarios. Hablan y no acaban de cómo Aguado paró el tiempo a la verónica hace dos semanas y cómo la pasada encandiló Serna con sus ganas y su espada. Se cierra el ciclo de sin caballos por todo lo alto, con la afición de Sevilla, sector joven sobre todo, dividida en una dualidad más a ver quién se lleva el traje de luces destinado al vencedor. Claro que la terna la remata un jabato de la hoy feraz cantera extremeña que atiende por Juan Carlos Carballo y que convenció a todos la primera noche. Vamos a ver…